
Medios de comunicación digitales, tiendas online, redes sociales y plataformas de streamig son tipos de páginas web muy distintas entre sí, pero tienen algo en común: necesitan un buen diseño visual y una estructura clara, coherente e intuitiva para que el contenido llegue a los usuarios de manera óptima. Aquí es donde entra en juego la maquetación web, una disciplina técnica que combina precisión y creatividad.
Si estás pensando es formarte en este campo, puedes estudiar el Grado en Diseño Gráfico en Valencia o el Grado en Diseño Gráfico en Canarias impartidos en la Universidad Europea, donde aprenderás en laboratorios equipados con tecnología avanzada y explorarás disciplinas identidad visual, packaging o diseño digital entre otros.
La maquetación web es el proceso de estructurar los elementos visuales y funcionales de una página utilizando lenguajes de programación como HTML, CSS y JavaScript. Su objetivo principal es organizar el contenido (textos, imágenes, botones, banners publicitarios, vídeos, etc.) de forma lógica, estética y accesible tanto para los visitantes como para los motores de búsqueda.
A diferencia del diseño gráfico tradicional, que se ocupa de documentos impresos o imágenes estáticas, la maquetación web responde a criterios dinámicos. Debe adaptarse a distintos dispositivos (móviles, tablets, ordenadores, etc.), ser intuitiva y permitir una navegación fluida. Para lograrlo, combina el diseño visual y el desarrollo funcional.
La figura del maquetista web se ha vuelto imprescindible en el ámbito del desarrollo web. Aunque, a simple vista, los fines de la maquetación pueden parecer meramente estéticos, lo cierto es que esta ofrece múltiples beneficios:
Existen diferentes formas de abordar una maquetación web, dependiendo del proyecto y las herramientas disponibles. Estos son los principales tipos:
En ella, los elementos mantienen su posición y tamaño independientemente de las dimensiones de la pantalla. Aunque era muy común en los inicios de internet, hoy está en desuso debido a su incapacidad para adaptarse a distintos dispositivos.
Se adapta al ancho del navegador, ajustando las proporciones para aprovechar mejor el espacio disponible. Es más flexible, pero puede dar problemas de legibilidad en pantallas muy grandes o muy pequeñas.
Consiste en crear varios diseños predeterminados y ofrecer uno u otro según el tamaño del dispositivo. Aunque permite un mayor control que la fluida, también suele requerir más trabajo de desarrollo.
Es la más utilizada en la actualidad, pues combina lo mejor de las anteriores. Utilizando media queries de CSS, reorganiza y escala automáticamente el diseño para adaptarse a cualquier pantalla.
Una maquetación efectiva depende de un amplio conjunto de elementos. Estos determinan la funcionalidad y la calidad estética de una web y son, por ejemplo:
Aunque pueden confundirse, maquetación y diseño no son lo mismo. En el terreno del desarrollo web, el diseño gráfico se encarga de la parte creativa, es decir, de definir el estilo, los colores, las formas y la comunicación visual del sitio. Por su parte, la maquetación toma ese diseño y lo transforma en una estructura funcional para la web.
Se trata de una relación simbiótica: sin diseño, no hay estética; sin maquetación, no hay funcionalidad. Por eso, en titulaciones como el Grado en Diseño Gráfico presencial en Madrid o su modalidad online, se abordan ambos aspectos de manera integrada y se exploran las diferentes ramas del diseño gráfico, lo que prepara a los futuros profesionales para desenvolverse en entornos digitales complejos.