Desde que las leyes se impusieron como el pilar principal del derecho en nuestra sociedad, estas han tenido siempre el mismo objetivo: crear una estructura que permitiese a todos los seres humanos vivir en una comunidad tranquila y justa.
En el centro de esta comunidad está lo que conocemos como “familia”, y por eso no resulta extraño que, desde tiempos antiguos, las personas se hayan esforzado por dar importancia a las leyes que protegen esta idea como unidad básica de la comunidad, dotándola además de sus propios derechos y deberes que deben ser cumplidos y respetados para vivir tranquilamente dentro de la unidad familiar.
Hoy en día, contar con un profesional especializado en el derecho de familia resulta fundamental para garantizar que los seres queridos de una comunidad cuenten con representación y protección durante cualquier proceso legal. A esta figura la denominamos “abogado de familia”, un perfil que puedes estudiar en más profundidad en el Máster en Derecho de Familia y del que te hablamos en el artículo de hoy.