
En el ámbito de la odontología moderna, una de las áreas donde más se ha crecido es en la implantología, especialmente con el desarrollo de técnicas menos invasivas como los implantes monofásicos. Esta opción permite restaurar piezas dentales de forma más rápida y sencilla, adaptándose a las necesidades de pacientes que buscan tratamientos eficaces en menos tiempo.
Si estás pensando en especializarte en esta rama de la odontología, estudiar el Máster en Implantología impartido en la Universidad Europea, te formará con conocimientos teórico-prácticos avanzados a nivel quirúrgico e implanto-prótesis.
En este artículo te explicamos qué son los implantes monofásicos, cuáles son sus principales aplicaciones y beneficios y qué cuidados requieren tras su colocación.
La implantología monofásica es un procedimiento que consiste en colocar un implante dental en una sola fase quirúrgica. Dado que el tornillo del implante y el pilar protésico constituyen una única pieza, con esta técnica no es necesario realizar una segunda intervención quirúrgica para descubrir el implante.
Gracias a esta estructura única, se reduce significativamente el tiempo de tratamiento y el número de visitas al odontólogo. Por ello, los implantes monofásicos se han convertido en una opción ideal para personas con poco tiempo o que desean evitar múltiples procedimientos invasivos.
Los implantes monofásicos se han revelado como una solución muy versátil dentro de la odontología. Su diseño permite realizar rehabilitaciones orales de forma rápida y eficiente, sin comprometer la estabilidad ni la funcionalidad del implante.
Estos son algunos de los casos en los que se suele recurrir a ellos:
Para que estas aplicaciones sean efectivas, es fundamental conocer cómo se realiza la colocación del implante y cuáles son los pasos de este procedimiento.
Como hemos mencionado, el procedimiento es rápido y mínimamente invasivo. Por regla general, estos son los pasos que siguen los profesionales de la odontología para colocar un implante monofásico:
Este proceso también favorece una mejor integración con el hueso, facilitando la osteointegración sin comprometer la estabilidad inicial del implante.
Aunque ambos tipos buscan restaurar la funcionalidad y la estética dental, presentan diferencias clave:
Ambas opciones tienen su lugar dependiendo del diagnóstico y las necesidades individuales de cada persona. La elección entre uno u otro debe basarse en una evaluación clínica detallada.
Optar por implantes monofásicos conlleva múltiples beneficios tanto para el profesional como para el paciente:
Además, se integran eficazmente con diferentes tipos de prótesis dentales, mejorando la funcionalidad y la estética final.
A pesar de ser una técnica menos invasiva, los cuidados postoperatorios son fundamentales para el éxito del implante. Es recomendable que los pacientes sigan estas pautas:
Una vez completado el proceso de cicatrización y adaptación, el implante puede mantenerse durante muchos años si se siguen estas recomendaciones.
La implantología monofásica no solo es una solución innovadora para los pacientes, sino también una excelente oportunidad para los profesionales que desean destacar en un sector en constante evolución. Dominar esta técnica puede marcar la diferencia en tu carrera, ya que cada vez más clínicas demandan especialistas capaces de aplicar procedimientos avanzados con un enfoque práctico y actualizado.
Para formarte en este ámbito, puedes comenzar por estudiar el Grado en Odontología en Madrid o la carrera de Odontología en Málaga. Asimismo, si buscas especializarte en el sector, también puedes consultar los diferentes masters en Ciencias de la Salud que ofrece la Universidad Europea y elegir el que más te interese, como el Máster en Periodoncia en Madrid entre muchos otros.