Las ciudades sostenibles suponen una solución eficaz para contener y reducir las repercusiones ambiéntales y socioeconómicas procedentes de la urbanización a lo largo de todo el planeta. Es imprescindible implementar ciudades optimizadas, conectadas gracias a la tecnología y la eficiencia.
Si te interesa el diseño urbano y relacionarlo con la sostenibilidad puedes estudiar el Máster en Movilidad Urbana en Madrid de la Universidad Europea o su modalidad online. Se trata una titulación universitaria donde aprender de forma práctica la relación entre movilidad sostenible y diseño urbano. Así como la innovación de materias primas y las políticas ambientales relacionadas.
Una ciudad inteligente o smart city es un sistema complejo y conectado entre sí que aplica en las nuevas tecnologías pata gestionar correctamente diferentes partes:
Conforme las personas se mudan a ciudades, se incrementa el uso de energía, emisiones de gases efecto invernadero, por lo que muchas urbes apuestan por reciclarse y transformarse digitalmente. Así puede dar respuesta a problemas globales como aumento de la población, contaminación, escasez de recursos, gestión del agua, eficiencia energética o disminución de la huella de carbono.
Es así como se han convertido en smart cities, ciudades inteligentes o ciudades 4.0. En este caso las ciudades se apoyan en las TIC y el big data gestionando sus recursos eficientemente con el objetivo principal de disminuir el consumo energético e incrementar el bienestar de los ciudadanos.
Estas son algunas de las acciones que se pueden llevar a cabo para conseguir ser una ciudad sostenible.
El compromiso medioambiental de las ciudades es uno de los objetivos pertenecientes a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) aprobados por la ONU y uno de los principales pilares se las smart cities.
El big data desempeña un papel clave en el desarrollo de las smart cities ya que permite recopilar y procesar en tiempo real la ingente cantidad de datos que se produce en una ciudad conectada, por lo que tiene numerosas aplicaciones en distintos ámbitos:
El big data es una pieza clave de la smart mobility. De hecho, las ciudades inteligentes en el mundo ya están utilizando esta tecnología para supervisar y mejorar la movilidad de sus habitantes. A través del análisis de los datos generados por cámaras o sensores colocados en puntos estratégicos de la ciudad es posible prever los atascos, sincronizar los semáforos para mejorar la circulación, reforzar el transporte público en las horas punta o identificar los espacios de aparcamiento más usados para brindar un mejor servicio a los ciudadanos.
El big data, junto al aprendizaje automático y la IoT, están mejorando considerablemente la capacidad de los sistemas de videovigilancia para que las ciudades sean más seguras. Los datos se pueden utilizar para identificar los delitos más comunes y determinar las zonas más expuestas a la delincuencia. En las smart cities, esa información también facilita la actuación de las fuerzas del orden, minimizando su tiempo de respuesta, ayudándoles a identificar rápidamente a los criminales o, incluso, previniendo los delitos antes de que se cometan.
El big data permite analizar las necesidades de la población en las ciudades inteligentes para facilitar una planificación óptima de las infraestructuras y utilizar los recursos disponibles de manera más eficiente. Esta tecnología ayuda, por ejemplo, a prever los picos de demanda energética para evitar las caídas de la red, optimizar los sistemas de recogida de basura y garantizar la calidad del agua o detectar las fugas para evitar su desperdicio.
Con el big data se puede procesar una gran cantidad de información proveniente de diferentes fuentes para facilitar la toma de decisiones estratégicas. Los organismos que intervienen en la planificación de la ciudad pueden utilizar esta tecnología para identificar las zonas que es necesario renovar o remodelar, así como los servicios que se deben rediseñar según la demanda de la población y el uso de los mismos. Como resultado, el big data facilita un uso más racional de los recursos económicos, ayudando a priorizar las inversiones y mantener bajo control los gastos.
Por consiguiente, la aplicación del big data puede revolucionar las urbes tal y como las conocemos, contribuyendo a crear espacios más funcionales, sostenibles y que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos, facilitando al mismo tiempo una gobernanza más transparente que nos permita utilizar mejor los recursos de los que disponemos.
A continuación, puedes encontrar algunos de los principales ejemplos de ciudades inteligentes y sostenibles según el listado elaborado por la consultora Juniper Research e Intel en 2022. Se trata de ciudades eficientes en términos de movilidad, salud, productividad y seguridad entre otros factores.
Si estás interesado en el campo del medio ambiente y eficiencia enfocado al diseño urbano, puedes acceder a una gran variedad de carreras y másteres pertenecientes a la Escuela de Sostenibilidad de la Universidad Europea y formarte en alguna de sus opciones.