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El oxígeno es uno de los elementos más importantes para nuestro cuerpo y la principal fuente de energía de nuestras células. Los pulmones son los encargados de absorber el oxígeno del aire, por lo que un fallo en su salud podría acarrear dificultades muy graves.
La oxigenoterapia es una técnica empleada para tratar esta deficiencia de oxígeno (hipoxia) y asegurar sus niveles óptimos en la sangre.
Esta es una terapia compleja, que necesita de una formación especializada para su suministro. El Máster en Urgencias y Emergencias en Enfermería de la Universidad Europea trata esta técnica y muchos otros aspectos indispensables en la medicina. Además de Madrid, la titulación puede cursarse en Valencia, Alicante y Canarias.
Con esta formación, conseguirás ser un experto en métodos medicinales como la oxigenoterapia y llevar tu carrera profesional al siguiente nivel.
Pero, antes de indagar en esto, definamos qué es la oxigenoterapia y cuáles son las bases de esta técnica.
La oxigenoterapia es un tratamiento médico que consiste en suministrar oxígeno al cuerpo a través de diferentes métodos para aumentar la cantidad de oxígeno en la sangre y en los tejidos del cuerpo.
Puede ser administrada de diferentes maneras, dependiendo de la situación médica del paciente. Estos métodos se pueden clasificar entre sistemas de alto flujo y de bajo flujo, y algunos de las herramientas más empleadas incluyen:
En la oxigenoterapia de bajo flujo, la cantidad de oxígeno que se suministra al paciente no es suficiente para satisfacer todas sus necesidades respiratorias, por lo que el paciente también inhala aire ambiente. En consecuencia, la cantidad de oxígeno que el paciente recibe puede variar dependiendo de su respiración.
Por otro lado, con la oxigenoterapia de alto flujo se suministra una alta concentración de oxígeno. En este tipo de terapia, el flujo de oxígeno es mayor que el flujo de aire ambiente. Por ello, se utiliza en pacientes con hipoxia grave.
Por norma general, son las necesidades del paciente las que dictan la forma y la cantidad de oxígeno que se debe administrar.
Los médicos suelen ser los responsables de medir la cantidad de oxígeno en sangre y de determinar el número de horas de esta terapia. Sin embargo, los enfermeros también están cualificados para ello y pueden asesorar en su diagnóstico.
El suministro de oxígeno extra ayuda a mejorar la respiración y la circulación sanguínea, lo que puede mejorar la función del cuerpo en general y ayudar a tratar los síntomas de diversas enfermedades y trastornos, como:
El uso de la oxigenoterapia se ha democratizado y expandido a otros campos que no son puramente medicinales.
Hoy en día se emplea como alternativa a la mesoterapia y a la toxina botulínica. Esta opción es menos compleja e invasiva para la piel, debido a que no necesita cirugía y es indolora.
Gracias a este tratamiento se consigue un mejor tono de la tez y es recomendado en pieles secas, grasas y envejecidas, pues combate de manera eficaz las arrugas ya que el oxígeno aporta gran hidratación a la piel y fomenta la producción de colágeno.
Sin embargo, es importante que la oxigenoterapia sea administrada por un profesional médico capacitado y bajo supervisión médica para evitar posibles complicaciones.
En definitiva, la oxigenoterapia puede resultar determinante a la hora de mantener a alguien con vida y a su vez es una técnica muy utilizada en el ámbito estético.
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