Importancia de la psiquiatría nutricional en la infancia
Durante la infancia, se establecen los hábitos alimentarios que perdurarán a lo largo de la vida, haciendo que la relación entre la salud mental y la nutrición sea crucial desde temprana edad. La psiquiatría nutricional ha demostrado que una mala relación con la comida durante esta etapa puede afectar al desarrollo físico y mental de los niños, subrayando la necesidad de cuidar la alimentación desde los primeros años.
El entorno en el que crecen juega un papel fundamental en los hábitos alimentarios de los niños. Investigaciones, como las realizadas en la Universidad de Agder (Noruega) han mostrado que los hábitos alimentarios de las madres influyen significativamente en el desarrollo físico y en el bienestar emocional de los niños. Esto se debe a que los niños tienden a imitar los hábitos alimentarios observados en sus cuidadores. Por lo tanto, si los adultos cercanos no mantienen una alimentación saludable, los niños pueden adoptar malos hábitos alimentarios desde temprana edad.
También, en muchos casos, las familias desconocen los recursos sanitarios y educativos a los que pueden recurrir para fomentar buenos hábitos nutricionales.
Además de los factores del entorno, otros aspectos que pueden influir en los hábitos alimentarios del niño son los problemas del sueño o la falta de ejercicio físico.
Intervenir con enfoques nutricionales equilibrados desde el inicio puede tener un impacto positivo a largo plazo en la salud mental y emocional de los niños. La promoción de hábitos alimentarios saludables desde la infancia, mediante la psiquiatría nutricional, es esencial para mitigar posibles riesgos de trastornos mentales y para asegurar un desarrollo integral y saludable.