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La nutrición y dietética está ganando terreno en la sociedad, sobre todo a medida que comprendemos que la alimentación es uno de los factores más relevantes para prevenir diferentes enfermedades y tener una mejor calidad de vida. Sin embargo, los primeros años de vida son cruciales ya que las preferencias alimentarias y los hábitos dietéticos que adquirimos en la infancia suelen mantenerse en gran medida durante la edad adulta.
Además, las evidencias científicas indican que los trastornos nutricionales en niños y adolescentes, en especial el sobrepeso, suelen conducir a problemas de salud en la adultez. En España, un 23,3 % de los escolares tienen sobrepeso y un 17,3 % presentan obesidad, según el estudio ALADINO, de manera que el trabajo del nutricionista infantil es más importante que nunca para proteger la salud de las nuevas generaciones. En esta situación, no es de extrañar que cada vez haya más interés en formarse en áreas de nutrición con programas avanzados como el grado en Nutrición y Dietética a distancia de la Universidad Europea.
El nutricionista es un profesional de la salud especializado en alimentación, nutrición y dietética con capacidad para diseñar planes de alimentación específicos para personas, grupos o pacientes que sufren determinadas enfermedades.
El nutricionista infantil se especializa en la alimentación durante los primeros años de vida. Este profesional estudia las necesidades nutricionales de los niños y adolescentes durante esas fases del ciclo vital para que puedan crecer de forma saludable y mantener un nivel de actividad adecuado.
El nutricionista pediátrico también se encarga de promover hábitos de alimentación más saludables durante esas etapas de la vida para contribuir a la prevención de diversas enfermedades y fomentar un peso corporal adecuado. De hecho, no solo se ocupa de prevenir problemas como el sobrepeso, sino que también combate la desnutrición, la cual puede afectar el desarrollo físico y mental de los niños.
El trabajo del nutricionista infantil comienza desde que el bebé nace. Este profesional asesora a la madre sobre la alimentación más adecuada durante los primeros meses de vida del bebé, ya sea explicándole la importancia de la leche materna o proponiéndole otras opciones adaptadas a la capacidad de absorción y metabolización de los bebés.
La labor del nutricionista infantil también es muy importante durante la introducción de los alimentos sólidos, un periodo que suele generar muchas dudas en los padres. Este profesional ayuda a la familia a estructurar la alimentación del bebé indicando el calendario de incorporación de alimentos y/o los mejores métodos de preparación.
Además, guía a los padres para que fomenten buenos hábitos dietéticos durante la etapa preescolar y escolar e incluyan alimentos saludables en el menú infantil. Si los pequeños pasan por una fase de disminución del apetito, el nutricionista pediátrico también puede orientarlos sobre las formas de preparación más atractivas y sanas para los niños.
Más tarde, durante la adolescencia, una etapa en la que se necesita una gran cantidad de calorías para sustentar los cambios fisiológicos que se producen, el nutricionista pediátrico promueve la elección de fuentes de alimentación saludables que puedan aportar esa energía sin conducir al sobrepeso.
También se asegura de que los adolescentes mantengan una dieta equilibrada, una labor particularmente importante si se tiene en cuenta que algunos hábitos, como el de desayunar, van cambiando con la edad, hasta el punto de que más del 40 % de los adolescentes se lo saltan, según reveló un estudio realizado en la Universidad de Piamonte Oriental.
Por último, el nutricionista infantil también analiza los casos de pérdida o ganancia repentina de peso dando seguimiento a los niños o adolescentes, investigando sus síntomas y solicitando las pruebas que sean necesarias para comprobar si se trata de algún trastorno gastrointestinal, intolerancia alimentaria o un problema de tiroides. Si se detecta algún trastorno, este profesional diseñará una dieta personalizada que garantice al niño todos los nutrientes que necesita y contribuya a mantener a raya la afección.
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