Si tuviéramos que definir el concepto agile mindset o mentalidad ágil, podríamos hacerlo como un proceso de transformación por el que muchas empresas llevan apostando en los últimos años. El objetivo no es otro que crear un entorno de trabajo colaborativo y flexible, basado en la mejora y aprendizaje continuos, y en búsqueda de una mayor competitividad.
Detrás de la agile mindset, está la intención de empoderar e incentivar a los empleados para que sean más autónomos, darles libertad para innovar y sacar su lado creativo, y que pierdan el miedo a enfrentarse a nuevos retos y al fracaso. Esto les hace sentir que son más partícipes de la filosofía de la empresa y su plan de negocio.
Existen una serie de principios y valores que están considerados el motor de la mindset agile y, por tanto, son clave a la hora de recurrir a las herramientas y metodologías ágiles en el ámbito laboral.
Estos se recogen en el documento Manifiesto por el desarrollo ágil de software publicado en 2001 y son los 4 siguientes:
Según qué circunstancias, la verdad es que incorporar la mentalidad ágil a la rutina diaria de una empresa puede ser una tarea algo complicada: equipo de trabajo, proyecto, objetivo que se quiere conseguir, etc.
Por esta razón, y a la espera de que te resulten útiles, hemos recopilado a continuación los siguientes 5 consejos por si decides dar este paso en tu lugar de trabajo o has emprendido tu propio negocio.
Establece objetivos específicos y alcanzables: de este modo, llegar a la meta resulta una opción factible y no algo lejanísimo. Es más, apostar por un crecimiento exponencial da pie a probar nuevas ideas sin miedo a un fracaso estrepitoso que lastre todo el proyecto, aprender conforme se avanza y corregir a tiempo si hiciera falta.
El pasado, una oportunidad de aprendizaje: este punto estaría muy relacionado con el anterior. Gestionar un proyecto ágilmente permite echar la vista atrás en las reuniones que se realizan periódicamente y ver qué funciona, lo que no y qué se puede hacer para cambiar esto último.
Comunica eficazmente tus ideas: la agile mindset aboga por una comunicación fluida y concisa, sin complicaciones. De poco sirven las reuniones eternas y las presentaciones de documentos infinitos si quitan tiempo para trabajar y adelantar con el proyecto. Agilidad y productividad van de la mano.
Mide resultados: cada cierto tiempo es conveniente repasar la estrategia de negocio, las decisiones que se han tomado y los objetivos que se han alcanzado, así como cuáles se han quedado pendientes. De este modo, uno puede tener una idea aproximada de si las metas establecidas son posibles, si el rendimiento de trabajo ha sido adecuado y si es necesario mejorar en algo.
Sé flexible: como se ha comentado al principio del artículo, la mindset agile promulga que se pierda el miedo a fallar, que el ensayo y error están a la orden del día. Para ello, resulta imprescindible tener una mentalidad abierta al cambio, capacidad de reacción ante situaciones nuevas y facilidad para adaptarse.
Apostar por la filosofía agile en el entorno laboral es sinónimo de un trabajo coordinado y colaborativo, un aprendizaje y una mejora constantes y un valor añadido y, a la larga, eso se traduce en beneficios para la empresa.
Ahora bien, para llevar todo esto a la práctica, es importante contar con personas que tengan la formación adecuada y en la Universidad Europea tenemos el prestigio, la experiencia, el equipo docente y la tecnología para que tú seas ese Scrum Master que tanto buscan las empresas en la actualidad.
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