
Medicina y Salud
La nutrición es un proceso biológico mediante el cual nuestro organismo asimila los nutrientes y la energía que necesita. Normalmente se produce ingiriendo los alimentos a través de la boca, pero hay situaciones, como una enfermedad o una cirugía, en las que es imposible comer con normalidad. En esos casos, para suministrar los nutrientes es necesario recurrir a técnicas de soporte artificial: la nutrición enteral y parenteral.
La nutrición enteral es una medida terapéutica de soporte nutricional a través de la cual se introducen los nutrientes directamente en el tubo digestivo cuando la persona tiene alguna dificultad para ingerirlos con normalidad. Así evita la malnutrición, corrige los problemas nutricionales que puedan existir, previene los efectos secundarios del reposo intestinal e impide el cuerpo consuma sus propias proteínas.
La nutrición enteral se utiliza cuando existe desnutrición o si se prevé que la persona no pueda comer en 7 días, por lo menos. La condición principal es que el intestino sea capaz de tolerar este tipo de alimentación.
En cambio, la nutrición parenteral consiste en aportar los nutrientes que el organismo necesita por vía extradigestiva. En este caso, los nutrientes llegan directamente al torrente circulatorio, obviando los mecanismos de regulación de la ingestión y absorción que tienen lugar en el aparato digestivo. Su principal objetivo es proporcionar los nutrientes necesarios facilitando el reposo del sistema digestivo.
Como regla general, siempre que exista un tracto digestivo funcionante, se debe priorizar la nutrición enteral. Por esa razón, la nutrición parenteral se utiliza en pacientes cuyo tracto digestivo no soporta la administración, digestión o absorción de nutrientes durante un período superior a 5 o 7 días o si el aparato digestivo debe reposar por motivos terapéuticos. Por ende, la principal diferencia entre la nutrición enteral y parenteral consiste en la vía de suministro de los nutrientes al organismo.
Existen diferentes vías de administración de la nutrición enteral:
Cuando no es posible colocar una sonda y la nutrición se debe mantener durante más de cuatro semanas, se puede recurrir a técnicas invasivas de acceso al aparato digestivo mediante un tubo de enterostomía o la colocación de un catéter.
En la enterostomía primaria el tubo solo se coloca para administrar los alimentos mientras que la enterostomía coadyuvante se realiza durante el acto quirúrgico cuando se prevé un retraso de la deglución en el postoperatorio. El catéter de la enterostomía se puede colocar en la faringe, el estómago y el yeyuno.
A su vez, la nutrición parenteral, que se realiza a través de la vena, mediante una vía médica, se divide en dos grandes categorías:
Por supuesto, el tipo de nutrición se elige teniendo en cuenta el estado del paciente, su edad y las complicaciones que puedan surgir. También se da seguimiento a los resultados para aplicar los cambios que sean necesarios e ir eliminando la nutrición enteral o parenteral a medida que el paciente mejore.
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