Nutricionista general y nutricionista deportivo: diferencias
Igual que existe diferencia entre dietista y nutricionista, también la hay entre el nutricionista convencional y el nutricionista deportivo. La principal reside en los principios por los que se guía cada uno. Un nutricionista general tiene tres directrices muy claras:
- Hay que consumir cierta cantidad de calorías diarias para poder mantener las funciones vitales del cuerpo. Esta cantidad viene determinada por las características físicas de cada persona, sus objetivos nutricionales y su condición física.
- Es necesario asegurarse de que las calorías estén compuestas por la cantidad de macronutrientes adecuada (proteínas, carbohidratos, grasas, etc.).
- Es muy importante una buena hidratación. Este aspecto es crucial para el buen funcionamiento del cuerpo. Por norma general, las mujeres deben tomar al menos 9 vasos de agua por día y los hombres al menos 13 vasos.
Sin embargo, el nutricionista deportivo se diferencia de estos principios en un aspecto muy concreto, pero que resulta esencial: el mayor consumo de calorías, favorecido por el estilo de vida más activo que llevan los deportistas. Este incremento de energía precisa de una hidratación adicional, así como de otras fuentes de energía principales:
- Carbohidratos y grasas para reemplazar el glucógeno del cuerpo
- Proteínas para alimentar, aumentar y mantener la masa muscular.
Por tanto, el nutricionista deportivo debe ajustarse a un plan mucho más estricto de necesidades alimenticias, determinadas por múltiples factores: el tipo de deporte practicado, las distintas fases del deporte (antes, durante y después), la fisiología de cada cuerpo, etc. En resumen, el nutricionista deportivo debe considerar muchos más factores que el nutricionista general.