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Medicina y Salud
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo. La buena noticia es que la mayoría de estos trastornos pueden prevenirse mediante hábitos saludables. Según la Asociación Estadounidense del Corazón, "una dieta y un estilo de vida saludables son las mejores armas para prevenir la enfermedad cardiovascular".
En este artículo, hablaremos sobre qué es una dieta cardiovascular, su importancia y los alimentos recomendados para mantener un corazón sano. Si te interesa profundizar en este ámbito, la Universidad Europea ofrece programas como el Grado en Nutrición y Dietética a distancia y el Máster en Nutrición Clínica online, que te preparan para trabajar en este sector con un enfoque basado en la evidencia científica.
La dieta cardiovascular se centra en disminuir el riesgo de sufrir enfermedades del corazón como, por ejemplo, una cardiopatía, un tromboembolismo o un infarto del miocardio. También busca mitigar las consecuencias una vez diagnosticada la afección. Este régimen dietético es variado y equilibrado, e incluye alimentos saludables con propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.
La alimentación tiene un papel fundamental en la prevención y tratamiento de las enfermedades cardiovasculares. Es uno de los factores de riesgo más importantes que se pueden modificar, ya que influye directamente en otros aspectos como la hipertensión, la obesidad y la diabetes.
Durante años, los investigadores han estudiado el impacto de los alimentos en el sistema cardiovascular. Han descubierto que ciertos alimentos tienen propiedades protectoras para el corazón, mientras que otros pueden ser perjudiciales. Según estudios de la Sociedad Europea de Cardiología y la Organización Mundial de la Salud, una dieta cardiovascular adecuada puede reducir hasta en un 30 % el riesgo de enfermedades del corazón en personas sanas.
Además, investigaciones como el Estudio PREDIMED han demostrado que una dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen extra o frutos secos disminuye significativamente la incidencia de eventos cardiovasculares mayores.
La Sociedad Española de Nutrición Comunitaria recomienda que la ingesta de grasa total sea inferior al 30 % del aporte energético en una dieta para el corazón, aunque puede llegar al 35% si se trata de aceite de oliva. La ingesta de ácidos grasos saturados debe ser inferior al 10 % del total energético y el colesterol no debe superar los 300 mg al día.
Se debe restringir el consumo de carne debido a su contenido en grasas saturadas y colesterol, priorizando carnes magras y evitando las carnes altamente procesadas, que contienen demasiado sodio, nitritos, hierro hemo y L–carnitina.
En cambio, una dieta cardiovascular debe ser rica en fibra dietética. La fibra disminuye el colesterol en sangre porque acelera el tránsito intestinal y reduce su absorción. También favorece la eliminación de los ácidos biliares y estimula el catabolismo del colesterol. Para aprovechar estos efectos, lo ideal es consumir alimentos ricos en fibra soluble, como las pectinas, presentes en frutas, verduras y legumbres. Por eso, se recomienda el consumo de cinco raciones diarias de frutas y verduras.
Respecto a los hidratos de carbono, deben representar aproximadamente el 55 % de las calorías totales de la dieta para el corazón, evitando los productos con azúcar y harina refinada. Los carbohidratos deben provenir principalmente de frutas, verduras y cereales integrales, ya que estos últimos aportan fibra y nutrientes que ayudan a regular la presión arterial y protegen la salud cardiovascular.
También es recomendable incluir alimentos con propiedades antioxidantes, ya que la oxidación de las LDL es un paso determinante en el desarrollo de la aterosclerosis. Frutas del bosque, pimientos, caquis, zanahorias, espinacas y brócoli pueden ser beneficiosos para prevenir esta afección. Asimismo, el té verde es un potente antioxidante que contribuye a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Los alimentos ricos en omega-3, como el pescado azul, también deben formar parte de una dieta cardiovascular saludable. Aunque contienen grasa, se trata de ácidos grasos beneficiosos para el corazón. Se recomienda consumir salmón, sardina, caballa y atún al menos dos veces a la semana.
Por último, se debe evitar el consumo de alcohol y reducir la ingesta de sal, ya que aumentan el riesgo de hipertensión, lo que incrementa las probabilidades de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Alimentos recomendados para una dieta cardiovascular | Alimentos que evita |
---|---|
Frutas y verduras: cinco raciones diarias para aportar fibra, antioxidantes y vitaminas. | Carnes rojas y procesadas: elevado contenido en grasas saturadas, sodio y aditivos. |
Cereales integrales: pan, arroz y pasta integrales para regular la presión arterial. | Azúcares y harinas refinadas: presentes en bollería, refrescos y ultraprocesados. |
Pescado azul: salmón, sardina, caballa y atún, ricos en omega-3, dos veces por semana. | Alcohol y sal en exceso: aumentan el riesgo de hipertensión arterial. |
Pescado azul: salmón, sardina, caballa y atún, ricos en omega-3, dos veces por semana. | Alcohol y sal en exceso: aumentan el riesgo de hipertensión arterial. |
Pescado azul: salmón, sardina, caballa y atún, ricos en omega-3, dos veces por semana. | Alcohol y sal en exceso: aumentan el riesgo de hipertensión arterial. |
Si te interesa especializarte en el ámbito de la nutrición y la salud cardiovascular, la Universidad Europea ofrece programas académicos que te preparan para trabajar en este sector:
El Grado en Nutrición Humana y Dietética está diseñado para formar profesionales capacitados en evaluar, diseñar e implementar planes alimenticios y estrategias nutricionales. El plan de estudios incluye asignaturas como bioquímica, fisiología, dietoterapia, toxicología, microbiología y psicología de la alimentación, entre otras. Además, el programa ofrece más de 300 horas de prácticas en centros de salud y hospitales, ofreciendo una formación práctica y aplicada.
Este máster, también disponible en modalidad presencial en Madrid y Valencia, está orientado a profesionales de la salud que buscan especializarse en la relación entre la alimentación y la salud. Se centra en el diseño de programas nutricionales, valoración y seguimiento nutricional de patologías, contando con un profesorado multidisciplinar compuesto por dietistas-nutricionistas y médicos especializados en nutrición clínica. Las prácticas se realizan en centros como el Hospital Moncloa y el Hospital MD Anderson Internacional España, entre otros.
Llevar una alimentación equilibrada es clave para cuidar la salud del corazón y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. La ciencia confirma lo importante que es consumir frutas, verduras, cereales integrales y grasas saludables, mientras se evita el exceso de alimentos ultraprocesados, grasas saturadas y azúcares. Adoptar hábitos saludables no solo protege el corazón, sino que también mejora tu calidad de vida. Si te interesa profundizar en este campo y quieres ayudar a promover la salud, estudiar para ser nutricionista puede ser el primer paso hacia una carrera que marque una diferencia positiva en la sociedad.