10517
Cada vez más empresas apuestan por la innovación y la optimización de sus procesos para intentar diferenciarse de la competencia y ocupar un lugar destacado en el mercado. Una estrategia para mejorar la gestión de los proyectos y avanzar más rápido consiste en aplicar una organización matricial. Esta estructura empresarial se sustenta en un sistema de responsabilidad de mandos duales en el que los equipos de trabajo responden a diferentes líderes, tanto de la jerarquía principal de la empresa como de los proyectos específicos en curso.
Una de las principales características de la organización matricial es que cuenta con dos o más estructuras jerárquicas; o sea, en la cadena de mando cada equipo de trabajo funciona bajo las órdenes de más de un líder. De esta manera se fomenta una comunicación más abierta entre los integrantes de los equipos y se facilita la colaboración entre diferentes especialidades y departamentos.
En práctica, cada equipo informa a un gerente de departamento o funcional, como sucede en una estructura empresarial tradicional, pero también rinde cuenta a los gerentes de proyectos que se encargan de dirigir a profesionales de varios departamentos. A su vez, ambos gerentes informan a los líderes de cada división, siguiendo la escala en la pirámide de mando de la empresa hasta llegar al CEO.
La organización matricial fomenta un modelo de jerarquía equilibrado que facilita la comunicación y cooperación entre los diferentes profesionales y departamentos, haciendo que sus roles se complementen. Favorece el crecimiento del talento y un uso más eficiente de los recursos, que pueden compartirse entre los distintos equipos y departamentos, a la vez que promueve un flujo de información libre y de fácil acceso para todos los profesionales. A la larga, todo eso genera una mayor flexibilidad, de manera que la empresa puede adaptarse mejor a los cambios y demandas del mercado, creando además servicios y/o productos más innovadores.
Sin embargo, las empresas con organización matricial también se enfrentan a algunos inconvenientes que conviene tener en cuenta. Si se aplica de manera inadecuada, este modelo de trabajo puede complejizar los informes de los equipos, ralentizar los tiempos de respuesta e incrementar la gestión de múltiples prioridades. Asimismo, es más probable que aparezcan instrucciones contradictorias y conflictos internos que se conviertan en un freno para el desarrollo del proyecto.
Uno de los puntos débiles de las empresas con organización matricial radica en la superposición de responsabilidades entre los dos canales de mando. La organización en hélice resuelve este problema gracias a su modelo de jerarquía de gestión con dos líneas de responsabilidades paralelas, con igual poder y autoridad, pero separadas entre sí.
Mientras en la organización matricial el gestor de equipo y funcional pueden verse implicados en una lucha de poder, en la organización en hélice ambos conocen los límites de su autoridad y tienen funciones independientes. Como cada líder tiene sus responsabilidades bien definidas, pueden aunar fuerzas para conseguir un objetivo común, pero enfocados en tareas distintas, lo cual agiliza los tiempos de respuesta y simplifica los informes de gestión.
¿Te interesa aprender más sobre cómo funciona esta estructura organizacional? En nuestro Máster Universitario en Dirección de Empresas podrás conocer las claves para implementar diferentes estructuras organizacionales.
¿Quieres seguir profundizando? Contamos con un Máster Universitario en Dirección y Gestión de Recursos Humanos con el que también podrás aprender a gestionar el talento dentro de la organización, también está disponible de manera presencial en Valencia.