En el mercado laboral las competencias técnicas, conocidas también como hard skills, son fundamentales para encontrar un puesto de trabajo y diferenciarse del resto de competidores. Pero en recursos humanos además de este tipo de habilidades se buscan otras conocidas como soft skills que no se encuentran en el currículum, si no en las personas.
En el campo legal y jurídico, es fundamental que, además de poseer conocimientos clave en el ámbito profesional, las personas tengan pensamiento crítico, resiliencia y flexibilidad entre otras para crecer en su carrera. Por ello, si estas interesado en el campo del derecho, la Universidad Europea te formará a través del Grado en ADE en Canarias, Madrid, Valencia o su modalidad online te darán una formación polivalente para ser productivo en todos los sentidos.
Asimismo, puedes estudiar una carrera dual y especializarte en varias áreas relacionadas como es el Doble Grado en Derecho y ADE en Canarias o el Doble Grado en ADE y Marketing de la Universidad Europea.
Las soft skills o habilidades blandas se conocen también como habilidades interpersonales o cognitivas. Son las competencias y aptitudes de una persona para reaccionar y desenvolverse en un medio que no requiera de conocimientos técnicos previos.
Se trata, por tanto, de rasgos de la personalidad que favorecen y facilitan la interacción social, ejecución de tareas, desarrollo personal y profesional entre otras, y que se van desarrollando de forma natural con la personalidad de individuo a lo largo de su vida.
Algunos tipos de habilidades blandas son:
Estos son algunas de las principales habilidades blandas o soft skills:
Aunque este tipo de habilidades suelen estar condicionadas por la propia personalidad del individuo, también se pueden desarrollar, mejorar o aprender. A continuación, indicamos algunas iniciativas que se pueden llevar a cabo para fomentar las habilidades blandas o soft skills:
Estas son algunas de las habilidades blandas que cualquier profesional en el campo del derecho debe desarrollar.
Desarrollo de comunicación afectiva: los profesionales del derecho están en constante contacto con clientes, jueces u otras partes interesadas por lo que, saber escuchar y transmitir será un elemento clave en su día a día.
Empatía: empatizar con las personas y comprender las preocupaciones a nivel personal o grupa permite crear relaciones solidas con clientes, departamentos y otros.
Adaptación: el campo del derecho experimenta cambios de forma continua por lo que es esencial actualizarse y ver cada cambio como una oportunidad de mejora.
Organización: manejo del tiempo con plazos, priorización y administración de tareas para ser lo más eficiente posible.
Si te interesa este campo, la Universidad Europea ofrece una gran variedad de carreras de empresa donde poder desarrollarte en la rama que más te guste.