Más del 70 % de la superficie de la Tierra está cubierta por el agua de mares y océanos, de manera que se trata de un recurso natural muy abundante y prácticamente inutilizado. Sin embargo, si fuésemos capaces de aprovechar todo el potencial de la energía marina podríamos satisfacer el consumo total de energía previsto por la Agencia Internacional de la Energía en 2035.
No obstante, utilizar la energía de las corrientes marinas no es tan fácil. Todavía hay que superar algunos retos tecnológicos y ajustar sus costes, por lo que programas como el Máster en Transición Energética son cada vez más importantes para formar a profesionales que puedan resolver los desafíos que plantea este tipo de energía.