Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) pueden ser herramientas muy útiles como la Metodología AICLE y Educación Bilingüe. No obstante, resulta imprescindible utilizarlas adecuadamente para que esto sea así.
En este artículo te contamos cómo enseñar inglés con TIC de manera efectiva, además de cuáles son sus ventajas y los recursos más innovadores.
La importancia de usar bien las nuevas tecnologías para enseñar inglés
Las TIC pueden, además de aportar dinamismo a las clases, ser de gran ayuda para que los estudiantes desarrollen habilidades con el inglés (o cualquier otra lengua o asignatura), siempre y cuando se empleen correctamente.
Para que el proceso de enseñanza-aprendizaje basado en las nuevas tecnologías sea realmente efectivo, es importante utilizarlas de forma que favorezcan la interacción entre docente y alumno, así como entre los propios estudiantes. Estas herramientas no trabajan solas, requieren de la participación y el esfuerzo de sus usuarios para sacarles el máximo rendimiento.
Asimismo, es importante que las tareas y actividades que se realicen con ellas estén enfocadas a que los alumnos entiendan los conocimientos que se imparten y sepan ver su aplicación en el día a día, tanto dentro como fuera del aula. En definitiva, hacer de ellos personas reflexivas y autónomas.
5 ventajas de usar las TIC para la enseñanza del inglés
Estas son algunas de las mayores ventajas que tiene recurrir a las nuevas tecnologías a la hora de enseñar inglés (o cualquier otra lengua):
Planificación y elaboración de materiales didácticos nuevos
Estos se deben adecuar a las competencias lingüísticas de cada alumno, favoreciendo una educación heterogénea y personalizada. Para ello, el docente pone todos los materiales y las herramientas a disposición de sus estudiantes, quienes pueden acceder a ellos siempre que lo necesiten.
Esto no quiere decir que haya que prescindir por completo de los recursos que se venían utilizando antes de la incorporación de las TIC. Es más, los nuevos pueden ser complementarios a estos.
Implantación de la autoevaluación
Esta metodología de enseñanza-aprendizaje basada en el uso de las TIC permite también hacer una revisión y adaptación de los procesos de evaluación, optando por uno más individualizado y digitalizado como, por ejemplo, el de la autoevaluación.
Al tener libre acceso a materiales y herramientas, el alumno puede obtener un feedback más personalizado e inmediato. De este modo, le resultará sencillo trabajar directamente sobre sus aciertos y fallos, y sacar un mayor partido a las horas lectivas.
Aprendizaje activo
El estudiante cuenta con una gran variedad de herramientas y libertad para probarlas todas hasta dar con aquella que se ajuste mejor a su forma de aprendizaje/asimilación en función de la aptitud que quiere trabajar.
Esto hace que su motivación y predisposición aumenten. En definitiva, el alumno se siente parte activa de su proceso de aprendizaje: marca su ritmo, decide qué habilidad quiere potenciar y elige la herramienta con la que hacerlo.
Aprendizaje autónomo
No todos los estudiantes se sienten cómodos compartiendo sus habilidades con los idiomas en un aula delante del resto de sus compañeros. Los hay quienes estas situaciones se les hace un mundo, ya que consideran que no están al nivel. A este tipo de personas, habría que añadir que la verdad es que no todos aprenden al mismo ritmo.
Por suerte, el uso de las nuevas tecnologías favorece su privacidad y, de paso, les permite organizarse y distribuirse el tiempo como ellos quieran para aprender cosas nuevas, repasar lecciones anteriores o reforzar aquellos puntos que les son más difíciles.
Posibilidad de practicar el idioma en contextos reales
Si bien es posible alcanzar un nivel alto de inglés en un aula, lo cierto es que experimentar el idioma en un contexto real, ya sea por interés o necesidad, es mucho más efectivo.
A diferencia de los métodos tradicionales, algunas de las TIC que se utilizan para la enseñanza del inglés pueden contribuir a ello haciéndonos vivir (o simular) ambientes en los que poner a prueba nuestras habilidades con los idiomas a tiempo real. Poner en práctica la comprensión y la oralidad en espacios entretenidos y dinámicos.
Recursos y técnicas para enseñar inglés
Herramientas de trabajo colaborativo
Google Drive, Dropbox, Jira, Trello, Slack… Son algunos ejemplos de herramientas que permiten trabajar en la nube en equipo, además de comunicarse.
En ellas, profesores y alumnos pueden subir y compartir sus documentos o tareas para que cualquiera con acceso a ellos pueda consultarlos en cualquier momento, o bien, trabaje sobre ellos.
Canales de vídeo y plataformas streaming (en versión original)
Estas herramientas contribuyen a que los alumnos mejoren su comprensión auditiva, ya que escuchan a otros hablantes (en su mayoría nativos) y, de paso, se familiarizan con acentos, pronunciaciones, expresiones y frases hechas, etc. Son aptas para personas de todos los niveles.
Blogs, correos electrónicos, redes sociales y aplicaciones de mensajería instantánea
Estos recursos pueden ayudar a que los estudiantes pongan a prueba su comprensión lectora y sus conocimientos de gramática e impulsen su creatividad.
Además de esto, muchas de las aplicaciones de mensajería (WhatsApp, Telegram, Hangout, Skype, etc.) dejan enviar mensajes de voz o hacer videollamadas, por lo que sirven también para practicar habilidades de la conversación (escuchar con atención a otra persona y responderle adecuadamente).
Podcasts
Este tipo de archivos multimedia suelen emplearse para que el alumnado desarrolle la comprensión auditiva y adquiera vocabulario nuevo mediante su reproducción, pero también pueden servir para que trabajen la expresión oral, la creatividad y el uso de la tecnología si se les anima a crear uno ellos.
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