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Tendinitis rotuliana: síntomas, tratamientos y prevención

Medicina y Salud

5 de Diciembre de 2025
imagen digital de tendinitis rotuliana

Cuando sentimos molestias al subir escaleras, correr o hacer sentadillas, es posible que el tendón rotuliano esté mandándonos señales de alerta. La tendinitis rotuliana, también conocida como “rodilla del saltador”, es una de las lesiones de rodilla más comunes entre personas activas, especialmente entre quienes practican deporte con intensidad.

En muchos casos, cuando se diagnostica a tiempo, esta lesión puede recuperarse con un tratamiento fisioterapéutico adecuado. Si te interesa el campo sanitario de la fisioterapia y ayudar a curar casos como el de tendinitis rotuliana, puedes estudiar el Grado en Fisioterapia presencial en Madrid, el Grado en Fisioterapia en Málaga o el Grado en Fisioterapia en Canarias de la Universidad Europea. En esta carrera tendrás una formación práctica para tratar todo tipo de condiciones musculoesqueléticas, neurológicas y deportivas con las últimas tecnologías y técnicas especializadas.

En este artículo te explicamos qué es la tendinitis rotuliana, cuáles son sus causas, cómo tratarla de forma eficaz y, sobre todo, qué hacer para evitarla.

¿Qué es la tendinitis rotuliana?

La tendinitis rotuliana es una lesión inflamatoria del tendón de la rodilla, una banda gruesa de tejido que conecta la rótula (el hueso de la rodilla) con la tibia. Este tendón es clave para extender la pierna, saltar o correr, es decir, para todo tipo de actividades cotidianas y deportivas.

Esta lesión es habitual entre quienes practican deportes como el baloncesto, el voleibol, el fútbol o el atletismo, donde los saltos y los cambios de ritmo son constantes. Por eso, se asocia con frecuencia con el deporte de alto rendimiento. Aunque puede parecer una lesión menor, si no se trata correctamente, puede convertirse en un problema crónico que limite la actividad física.

Síntomas de la tendinitis rotuliana

Reconocer los síntomas de la tendinitis rotuliana a tiempo puede evitar complicaciones. Los más comunes son:

  • Dolor en la parte inferior de la rótula, especialmente al hacer ejercicio.
  • Sensibilidad o molestia al tacto en el tendón.
  • Rigidez en la articulación después del reposo.
  • Molestias que aumentan al saltar, correr o bajar escaleras.
  • Inflamación leve en la zona del tendón de la rodilla.

Este tipo de dolor también puede aparecer tras un periodo de actividad intensa, cuando el tendón ha estado sometido a mucha tensión.

Causas comunes de la tendinitis rotuliana

Entre las causas más frecuentes se encuentran:

  • Sobrecarga muscular por entrenamientos intensos o sin descanso.
  • Técnica inadecuada en ejercicios de salto o carrera.
  • Calentamiento o estiramiento insuficientes.
  • Uso de calzado deportivo inadecuado.
  • Desequilibrios musculares entre cuádriceps e isquiotibiales.

En personas deportistas, la repetición de movimientos explosivos sin un programa de prevención de lesiones adecuado es uno de los mayores factores de riesgo.

Tratamiento de la tendinitis rotuliana

La forma de tratar esta dolencia varía según la gravedad y el tiempo que haya pasado desde que empezaron los síntomas. Lo primero es consultar con un médico especialista para que haga las pruebas pertinentes, diagnostique el problema y recomiende los pasos a seguir, que pueden incluir cirugía o no.

Tratamiento conservador

En la mayoría de los casos, no es necesaria una intervención quirúrgica. Estas son las opciones más comunes para recuperar el tendón rotuliano:

  • Reposo relativo: evitar las actividades que provocan dolor, pero sin dejar de moverse del todo.
  • Aplicación de hielo: útil para reducir la inflamación y el dolor.
  • Ejercicios de fortalecimiento: enfocados en cuádriceps, glúteos y core, especialmente los ejercicios excéntricos.
  • Estiramientos suaves: enfocados en los músculos que rodean la rodilla.
  • Terapias complementarias: como la electroterapia, la de ultrasonido o los vendajes funcionales.
  • Corrección de técnica: si la causa está en el gesto deportivo o en la pisada.

El objetivo es aliviar el dolor y mejorar la función del tendón para poder volver progresivamente a la rutina deportiva. Lo mejor es buscar ayuda profesional y acudir a un fisioterapeuta deportivo que pueda evaluar la situación y diseñar un plan personalizado.

Tratamiento quirúrgico

Solo en casos crónicos o muy graves, cuando el tratamiento más conservador no da resultados, se puede valorar la cirugía. Esta consiste en reparar el tejido dañado o eliminar las zonas con degeneración.

La recuperación después de una operación puede llevar varios meses, y debe estar acompañada de fisioterapia intensiva.

Cómo prevenir la tendinitis rotuliana

Esta lesión se puede evitar llevando hábitos adecuados. La prevención no solo mejora el rendimiento deportivo, sino que reduce significativamente el riesgo de recaídas. Estas son algunas medidas sencillas que puedes tomar para evitar este problema:

  • Calienta siempre antes de entrenar: prepara tu cuerpo para el esfuerzo físico.
  • Estira tras el ejercicio: esto mejora la elasticidad muscular y la recuperación.
  • No ignores las molestias: si algo te duele, escucha a tu cuerpo y reduce la intensidad.
  • Incluye ejercicios de fuerza en tu rutina: fortalecer el cuádriceps y los glúteos es clave.
  • Cuida tu técnica y postura: sobre todo al saltar y correr.
  • Elige un calzado adecuado: con buena amortiguación y estabilidad.
  • Programa descansos: el sobreentrenamiento es una de las causas principales.

La tendinitis rotuliana es una lesión común, pero tiene solución si se detecta a tiempo y se sigue un tratamiento adecuado. Los fisioterapeutas especializados desempeñan un papel clave a la hora de reconocer los síntomas e implementar medidas preventivas, algo que puede marcar la diferencia entre una carrera deportiva saludable y una limitada por el dolor.

Si te interesa el mundo de la fisioterapia o la terapia manual y quieres dedicarte profesionalmente a este campo, puedes acceder a las diferentes carreras de ciencias de la salud que ofrece la Universidad Europea. Por ejemplo, puedes estudiar el Grado en Fisioterapia en Valencia, el Grado en Fisioterapia en Alicante o las opciones en otras ciudades que hemos mencionado al principio de este artículo.