Simuladores para la práctica bucodental: ¿qué aporta su uso?
Los simuladores de realidad virtual aplicados al entorno educativo plantean al alumno una situación hipotética que debe resolver de forma práctica. En términos generales, esto favorece:
- El aprendizaje inmersivo, que potencia el desarrollo de las destrezas físicas y mentales que el futuro profesional debe tener.
- El aumento de su motivación y confianza a través de la realización de prácticas seguras en entornos controlados.
- La formación gamificada, que ha demostrado ser más efectiva a la hora de captar el interés de los estudiantes.
Una de las especializaciones del sector sanitario que más trabajadores demanda en el mercado laboral es la de higiene bucodental. Entre las principales funciones de un higienista bucodental se encuentran:
- Realizar tratamientos de limpieza bucal profesional.
- Contribuir al diagnóstico de las enfermedades bucodentales.
- Asistir al odontólogo en las tareas que implica su trabajo.
Por ello, programas de FP a distancia, como la FP Higiene Bucodental a distancia del Centro de Formación Profesional Europeo , apuestan por esta innovadora formación, ofreciendo a sus alumnos la posibilidad de desempeñar su actividad profesional en el Laboratorio de Simuladores de Odontología Preclínica.
El laboratorio cuenta con unas instalaciones que reproducen el entorno laboral de forma realista. Cada estudiante dispone de su propia estación de trabajo, dotada de las herramientas necesarias para poner en práctica sus conocimientos. Además, los alumnos tienen acceso a la “sala húmeda”, donde pueden confeccionar modelos y trabajos con alginatos, escayolas y polímeros, y a espacios especialmente preparados para realizar RX.
De este modo, los estudiantes del Grado Superior en Higiene Bucodental:
- Se forman en aparatología, familiarizándose de forma práctica con el equipo dental y aprendiendo a identificar el uso de cada herramienta en función de la intervención a realizar.
- Aprenden a coordinarse con los demás miembros del equipo.
- Desarrollan y mejoran sus habilidades clínicas, preparándose para detectar cualquier enfermedad y anomalía, y familiarizándose con los protocolos de acción que deben seguir ante situaciones específicas.
Además, el aprendizaje a través del uso de simuladores permite a los alumnos recibir comentarios y consejos en tiempo real por parte de los docentes, que identifican más fácilmente qué prácticas son de mayor complejidad para ellos y pueden modular la enseñanza en función de sus capacidades y respuestas.