Los coches son un medio de transporte clave para muchas personas. Esto, unido a la capacidad para crear puestos de trabajo que tiene la industria automotriz, hacen que este sector destaque como uno de los más valiosos para las economías de los países donde está presente.
No obstante, parece más que probado que la fabricación de vehículos es un importante factor consumidor de materias primas dentro del sector industrial, tal y como se estudia en el Máster de Automoción ofrecido en nuestra universidad. Por tanto, es un ámbito donde la transformación empresarial es especialmente necesaria. A continuación, veremos las claves de este sector y su evolución.
El sector automotriz abarca toda la cadena industrial que tiene como objetivo la
producción y venta de vehículos automotores, tanto los particulares como aquellos utilizados en el trabajo o en el transporte de cargas o pasajeros.
El sector engloba todas aquellas empresas de la esfera industrial relacionadas con el diseño, planificación, fabricación de componentes, ensamblaje y comercio de automóviles por lo que involucra diferentes tipos de ingeniería y a sus especialistas correspondientes.
Entre sus características más importantes podemos mencionar la alta cantidad de inversión capital que necesita para funcionar, su fácil adaptabilidad a las innovaciones tecnológicas de la sociedad y su capacidad para adaptarse a un mundo cada vez más globalizado.
En la actualidad, la industria automotriz enfrenta diversos desafíos que están generando cambios en la manera en que se lleva a cabo el diseño, la fabricación y la comercialización de los vehículos. Algunos de los retos más destacados son:
Durante los últimos años, la industria automotriz ha experimentado importantes cambios que, sin duda, tendrán un gran impacto en el funcionamiento de las empresas en el futuro. Las tres tendencias que se espera que evolucionen más en el marco del automovilismo, impulsando un cambio radical en el panorama, son las siguientes:
Para muchos sectores, entre ellos el automovilístico, lo que se ha empezado a conocer como “Industria 5.0” es ya una realidad. El objetivo de este avance en las industrias es mejorar la productividad y la eficiencia gracias a la colaboración entre máquinas y humanos.
El futuro de la industria 5.0 busca que los operarios se encarguen de realizar labores meramente estratégicas mientras supervisan el funcionamiento de las máquinas. De esta manera, se pretende que el sector de la automoción se una a la transformación digital y pueda construir espacios inteligentes guiados por la inteligencia artificial, el aprendizaje automático o la computación cognitiva, entre otros.
En la transición hacia entornos más digitales, los vehículos eléctricos e híbridos están emergiendo como los principales protagonistas. De hecho, ya casi superan en ventas a los coches diésel dentro de nuestro país.
Las nuevas tecnologías y las tendencias de consumo hacen que los fabricantes de automóviles tengan que ajustar su estructura de negocio para incorporar tecnologías más avanzadas a sus manufacturas.
La transición a la electrificación y digitalización beneficia a las empresas, ya que produce una reducción de costes y tiempos de fabricación. Esto resulta en una mayor rentabilidad a medio plazo.
La necesidad global de sostenibilidad implica adoptar procesos de producción más eficientes para cumplir con las expectativas de los clientes y ahorrar en el uso de recursos.
Por eso, como hemos mencionado con anterioridad, la automatización es uno de los procesos ligados a la sostenibilidad en mayor auge dentro del sector de automoción.
También en continuidad con lo mencionado previamente, la aplicación de tecnologías como la IA y el deep learning permite economizar recursos en los procedimientos de manufactura.
Hoy en día, la industria automotriz se está transformando debido a avances clave como la industria 5.0, la creciente preferencia por los coches eléctricos o la importancia de la sostenibilidad. Para mantener su competitividad, las empresas automotrices deben adoptar estas tendencias, ajustar sus modelos de negocio e integrar tecnologías avanzadas en sus procesos de producción.
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