La oncología pediátrica es un ámbito que requiere la colaboración de múltiples equipos sanitarios con el fin de brindar la mejor atención posible a los niños y sus familias durante el tratamiento y la recuperación.
Un equipo de enfermería bien capacitado es fundamental para garantizar un tratamiento de calidad, centrado en el paciente, y para brindar el apoyo humano necesario en circunstancias extremadamente difíciles. El Máster Enfermería Oncológica en Valencia y en Madrid de la Universidad Europea proporciona la formación y la experiencia necesarias para trabajar en esta profesión tan exigente.
La oncología pediátrica es una especialidad médica centrada en el diagnóstico y tratamiento del cáncer en niños y adolescentes. Este puede ser diferentes tipos, aunque los más comunes son los siguientes:
El enfoque de la oncología pediátrica es distinto al de la oncología en adultos porque los cánceres en niños tienen características biológicas diferentes que provocan distintos síntomas y requieren de otro tipo de tratamientos. Asimismo, se presta especial atención a minimizar los efectos secundarios de los tratamientos a largo plazo, para que los pacientes no sufran problemas de salud en su vida adulta.
Además, el estado de vulnerabilidad en el que se encuentran estos pacientes hace necesario adoptar un enfoque multidisciplinar que contemple tanto los aspectos médicos como los psicológicos, sociales y educativos.
Como hemos mencionado, la oncología pediátrica requiere un enfoque multidisciplinar en el que participan médicos, cirujanos, enfermeros, psicólogos y nutricionistas, entre otros especialistas. En este contexto, los profesionales de enfermería deben coordinar eficazmente la atención al paciente, asegurando una comunicación fluida entre los diferentes profesionales y servicios.
La oncología pediátrica es una de las especialidades de enfermería más complejas, con importantes retos tanto técnicos como emocionales, psicológicos y sociales.
Administración de tratamientos exigentes
Los tratamientos contra el cáncer, como la quimioterapia, radioterapia e inmunoterapia, son muy agresivos, por lo que enfermeros y enfermeras deben estar altamente capacitados para administrarlos y gestionar sus efectos secundarios, como náuseas, fatiga, pérdida de apetito y riesgos de infecciones.
H3 Manejo del dolor y los efectos secundarios
El equipo de enfermería debe gestionar también el dolor de los pacientes, ajustando los tratamientos analgésicos y utilizando técnicas no farmacológicas, como la distracción o la terapia del juego.
Los tratamientos y la propia enfermedad debilitan mucho a los pacientes, por lo que también es importante prestar atención a signos de complicaciones graves como infecciones (debido a la inmunosupresión), problemas respiratorios o reacciones alérgicas.
H3 Apoyo emocional y psicológico a los pacientes y las familias
Los profesionales de la enfermería a menudo actúan como un enlace entre el equipo médico y la familia, proporcionando información sobre la enfermedad y el tratamiento de manera comprensible para todos. A medida que los tratamientos avanzan, los padres necesitan aprender a manejar la atención diaria del niño y el personal de enfermería es el encargado de capacitar a los padres para que se sientan seguros y capaces de brindar ese cuidado en casa.
En los casos en los que la curación no es posible, las enfermeras y enfermeros deben proporcionar cuidados paliativos, ayudar a los pacientes y sus familias a sobrellevar el dolor y a enfrentar los dilemas éticos que acompañan a los cuidados al final de la vida haciendo uso de sus conocimientos de bioética en enfermería.
Los tratamientos contra el cáncer, como la quimioterapia, radioterapia e inmunoterapia, son muy agresivos, por lo que enfermeros y enfermeras deben estar altamente capacitados para administrarlos y gestionar sus efectos secundarios, como náuseas, fatiga, pérdida de apetito y riesgos de infecciones.
El equipo de enfermería debe gestionar también el dolor de los pacientes, ajustando los tratamientos analgésicos y utilizando técnicas no farmacológicas, como la distracción o la terapia del juego.
Los tratamientos y la propia enfermedad debilitan mucho a los pacientes, por lo que también es importante prestar atención a signos de complicaciones graves como infecciones (debido a la inmunosupresión), problemas respiratorios o reacciones alérgicas.
Los profesionales de la enfermería a menudo actúan como un enlace entre el equipo médico y la familia, proporcionando información sobre la enfermedad y el tratamiento de manera comprensible para todos. A medida que los tratamientos avanzan, los padres necesitan aprender a manejar la atención diaria del niño y el personal de enfermería es el encargado de capacitar a los padres para que se sientan seguros y capaces de brindar ese cuidado en casa.
En los casos en los que la curación no es posible, las enfermeras y enfermeros deben proporcionar cuidados paliativos, ayudar a los pacientes y sus familias a sobrellevar el dolor y a enfrentar los dilemas éticos que acompañan a los cuidados al final de la vida haciendo uso de sus conocimientos de bioética en enfermería.
Para formarse y dedicarse a la oncología pediátrica, existen varios caminos, dependiendo del ámbito sanitario en el que queramos desarrollarnos.
En el caso de que optemos por la vía de la medicina, el itinerario que se debería seguir sería:
En el caso de que optemos por la vía de la enfermería, los requisitos mínimos serían los siguientes:
En ambos casos, es fundamental contar con experiencia profesional, tanto en pediatría como en oncología, y mantenerse actualizado en los avances médicos en esta área. Para ello, es imprescindible estar conectado a las novedades que publican la SEEO y SEOM, las dos principales instituciones dedicadas al tratamiento e investigación del cáncer a nivel nacional.
La oncología pediátrica es solo una de las muchas salidas profesionales en enfermería. Si te interesa este ámbito de la medicina, la Universidad Europea ofrece una gran variedad de Masters de Salud y Biomédicas donde poder elegir el que más te guste, como el Máster Fisioterapia Oncológica.