
Hoy en día, la transparencia y la integridad son principios básicos en cualquier empresa o institución. El whistleblowing o canal de denuncias es una herramienta que permite a empleados y terceros reportar posibles irregularidades dentro de una empresa.
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La palabra whistleblowing proviene del inglés y hace referencia a la acción de "tocar el silbato" para alertar sobre una situación irregular, una metáfora que ilustra su función como mecanismo de alerta en el entorno corporativo.
El canal de denuncias es un sistema seguro que las organizaciones implementan para que sus empleados, colaboradores o cualquier persona vinculada a la empresa pueda comunicar posibles irregularidades, infracciones legales o comportamientos contrarios a los valores y normas de la compañía.
El sistema whistleblowing funciona como una vía de comunicación que protege la identidad del denunciante, ofrece accesibilidad a través de distintos medios, garantiza la trazabilidad de los casos y asegura la protección frente a represalias.
En España, la obligación de disponer de un canal de denuncias viene determinada por varios reglamentos. Su objetivo es proteger a quienes informan sobre irregularidades y prevenir malas prácticas dentro de las organizaciones:
La Directiva (UE) 2019/1937 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 23 de octubre de 2019, relativa a la protección de las personas que informen sobre infracciones del Derecho de la Unión, establece la necesidad de abrir canales de denuncia en:
Esta directiva ha sido transpuesta al ordenamiento jurídico español mediante la Ley 2/2023, de 20 de febrero, reguladora de la protección de las personas que informen sobre infracciones normativas y de lucha contra la corrupción.
La Ley Orgánica 3/2018, de 5 de diciembre, de Protección de Datos Personales y garantía de los derechos digitales, determina cómo debe gestionarse la información recogida a través de los canales de whistleblowing. Esta legislación exige reforzar la confidencialidad, limitar el acceso y garantizar un tratamiento adecuado de los registros sensibles.
La Ley Orgánica 1/2015, de 30 de marzo, por la que se modifica la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal, introdujo la responsabilidad penal de las empresas. Para reducir riesgos legales, se contempla la existencia de sistemas de prevención de delitos, entre los que se incluye un canal de denuncias compliance correctamente administrado.
Contar con un canal de denuncias en empresas aporta numerosas ventajas, además de cumplir con las responsabilidades legales:
El canal de denuncias es una herramienta dentro del sistema de prevención de riesgos legales de las organizaciones. Su correcta ejecución fortalece el cumplimiento de normas internas y externas.
El canal de denuncias cumple varias funciones específicas:
Para que el canal cumpla con su objetivo, debe estar respaldado por un proceso de investigación estructurado. Este debe:
La correcta gestión de un canal de denuncias compliance exige profesionales con formación y habilidades técnicas. Los perfiles adecuados deben reunir:
Titulaciones como el Curso Universitario en Compliance y el Postgrado de Especialización Universitaria en Compliance de la Universidad Europea ofrecen la preparación necesaria para ser un buen compliance officer.
Lo primero de todo, se realiza un análisis de los requisitos legales aplicables, se evalúa la estructura organizativa y se diseñan procedimientos que se adapten a las características específicas de la empresa. Además, el diagnóstico debe identificar las tipologías de denuncias más probables según el sector o actividad de la organización, para diseñar un canal adaptado a sus riesgos reales.
Es necesario elegir una plataforma que cumpla con criterios estrictos de confidencialidad, accesibilidad, protección de datos y trazabilidad de las denuncias. También, debe permitir una comunicación bidireccional segura y cifrada.
La empresa debe definir el alcance del canal, los protocolos de recepción e investigación de denuncias, las medidas de protección al denunciante y las posibles consecuencias de las investigaciones realizadas.
A continuación, se informa a todos los empleados sobre su existencia y funcionamiento mediante campañas de comunicación interna. Asimismo, lo normal es impartir una formación específica a quienes gestionan las denuncias y promueve la sensibilización en materia de ética empresarial.
El sistema debe evaluarse periódicamente para detectar posibles fallos o áreas de mejora. El análisis de estadísticas y tendencias permite introducir ajustes que garanticen la eficacia continua del canal.
Quien instala un canal de denuncias no solo cumple la ley: construye futuro. Apuesta por la transparencia cuando otros miran hacia otro lado. Y apuesta fuerte. Porque garantizar espacios donde se pueda hablar sin miedo cambia culturas, mueve empresas y marca la diferencia. No basta con saberlo, hace falta saber hacerlo. Y ahí es donde la formación en compliance se convierte en tu mejor herramienta para ser parte activa de esa transformación.