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¿Sabías que hoy en día 5 de cada 10 personas del planeta viven en zonas urbanas? ¿Y que esta cifra es cada vez más grande? Con tal concentración, las ciudades se han convertido en uno de los factores que más contribuyen al cambio climático.
Pero no nos desesperemos, porque no está todo perdido. Si bien la ciudad es uno de los principales agentes contaminantes del mundo, también puede ser la encargada de propulsar una transformación global hacia la sostenibilidad. Y tú también puedes poner tu granito de arena y liderar este cambio social hacia un urbanismo verde, con programas como el Máster en Urbanismo online o el Máster en Movilidad Urbana Sostenible de la Universidad Europea.
El urbanismo sostenible se entiende como el desarrollo urbano que fomenta un espacio que no atente contra el medio ambiente y que responda a las necesidades sociales de su entorno.
Tiene como objetivos principales consumir el mínimo de recursos y energía posibles y generar el mínimo de residuos y emisiones, por ello se entiende como un urbanismo ecológico. Desde una perspectiva social, su finalidad es mejorar la calidad de vida de la población, asegurando la participación ciudadana en el diseño del proyecto.
Las crisis climática, sanitaria y social que hemos vivido en las últimas décadas han puesto de relieve la necesidad de implementar modelos de urbanismo verde entre los que destaca el proyecto de “ciudades de los 15 minutos”. Una corriente de reorganización urbana que permite a sus habitantes acceder a la mayoría de los servicios básicos en un máximo de un cuarto de hora a pie o en bicicleta.
Este modelo está tomando mucha fuerza en varias ciudades del mundo y se están obteniendo muy buenos resultados. Al fin y al cabo, se trata de un proyecto que da respuesta a las exigencias del cambio climático que obligan a reducir el nivel de contaminación. Y también aborda los retos de la crisis sanitaria, como reducir la movilidad y garantizar que las necesidades esenciales estén cubiertas.
París podría considerarse como la primera ciudad en llevar a la práctica su transformación en 'la ciudad de los 15 minutos'. Se han llevado a cabo acciones como la descentralización, el desarrollo de nuevos servicios para todos los barrios, la reducción del tráfico con carriles para bicicletas, la creación de nuevos modelos económicos que impulsan a los pequeños comercios o la construcción de nuevos espacios verdes.
Pero lo cierto es que hay muchas ciudades que, antes incluso de que apareciera este término, ya habían iniciado sus respectivas transformaciones. Uno de los ejemplos más claros lo encontramos en Copenhague. La ciudad aspira a convertirse en la primera capital europea neutra en emisiones de CO₂ en los próximos años y, de hecho, ya cuenta con barrios en los que todos los servicios son de proximidad y en los que incluso está mal visto ir en coche.
En España también existen ejemplos que representan esta transición. Los planes de ordenación urbana de ciudades como Valencia contemplan que los terrenos en los que se construya en los próximos años deberán incluir la unión de diferentes manzanas a través de espacios peatonales y restricciones al tráfico. Una iniciativa que sin duda permitirá avanzar hacia la meta de “la ciudad de los 15 minutos” muy rápidamente.
Si se cumplen las previsiones, en menos de 30 años, 7 de cada 10 personas vivirán en entornos urbanos. Por esta razón, de una forma u otra, todas las ciudades deberán reformularse y reorganizarse para crecer de forma sostenible, tanto a nivel ecológico, como económico y social. Un cambio que requerirá de profesionales cualificados que sean capaces de identificar los retos de cada región y diseñar soluciones de éxito que faciliten la implantación del urbanismo sostenible.