¿En qué consiste la terapia de pareja?

Cuando en una pareja no existe entendimiento y aparecen conflictos, acudir a terapia de pareja, una especialidad psicológica, se convierte en una excelente opción.

El ​​Máster Universitario en Terapia Psicológica de Pareja y Sexualidad de la Universidad Europea analiza las distintas formas de abordar estas dificultades y así gestionar correctamente las crisis de pareja.

En este artículo te explicamos cuándo se debe acudir a terapia de pareja, qué áreas se tratan en estas sesiones y qué tipos de terapia existen.

¿Cuál es el momento indicado para acudir a terapia de pareja?

Reconocer de manera bilateral que han surgido conflictos y saber identificarlos es un buen comienzo para poder afrontar la terapia de pareja. También es fundamental abordar el problema a tiempo, antes de que se magnifique y genere un distanciamiento que haga insalvables las diferencias entre ambos.

Causas que habitualmente generan problemas en las parejas

Dentro del origen de los distintos problemas que viven las parejas, estos son los más frecuentes:

• Problemas de comunicación: la pareja no es capaz de expresar sus demandas, de comprender las peticiones del otro o de empatizar con su posición.  Hay una evidente falta de entendimiento y de acuerdo.
• Problemas de intimidad y sexualidad: aparecen dificultades en el ámbito erótico como diferencias en el nivel de deseo entre ambos, problemas para experimentar placer, sensaciones de dolor, actitudes de rechazo, etc. Estas situaciones unidas a una falta de comunicación pueden provocar un gran deterioro en la relación de pareja.
• Proyecto de vida: la falta de sintonía en el crecimiento de la pareja también puede generar problemas.
• Conflictos en la crianza: la búsqueda de embarazo, el postparto, la crianza, la educación de los hijos, el momento en el que se independizan, etc. Son situaciones vitales muy demandantes que pueden generar distanciamiento en la pareja.
• Discusiones y faltas de respeto: ante las dificultades, en ocasiones, las discusiones escalan y se producen faltas de respeto, muestras de agresividad y otro tipo de actitudes que pueden tener un gran impacto en la salud psicológica de los miembros de la pareja
• Infidelidad: es uno de los causantes más habituales de ruptura por la pérdida de confianza que genera. No obstante, si ambos miembros están decididos a continuar con la relación, puede trabajarse para ver los desencadenantes que la provocaron y solucionar las consecuencias que ha ocasionado.
• Celos y actitudes de control: algunas parejas tienen problemas para gestionar sus celos y ejercen un control nocivo sobre la otra persona. Es importante detectar esta situación y pedir ayuda para poder reconducirla.

¿Qué áreas se tratan en la terapia de pareja?

Entendidos los posibles motivos que pueden originar los problemas en una pareja, es necesario saber cómo abordarlos. Existen tres grandes áreas a tratar en terapia de pareja:

• Área cognitiva: centrada en los pensamientos.
• Área emocional: centrada en los sentimientos.
• Área conductual: centrada en la forma de actuar entre los miembros de la relación.

El objetivo de toda terapia de pareja es encontrar armonía en las tres áreas para solucionar los conflictos existentes.

¿Cuáles son los principales tipos de terapias de pareja?

Existen distintos tipos de terapias de pareja que dependen, en gran medida, de la corriente psicológica que siga el terapeuta. Algunos de los principales son los siguientes:

• Terapia de pareja sistémica: sostiene que los individuos y sus problemas no pueden ser entendidos de manera aislada, sino que están influenciados por el sistema o el contexto en el que se encuentran. El terapeuta se enfoca en la dinámica y las interacciones entre los miembros de la pareja. Se considera que sus problemas son el resultado de los patrones de interacción disfuncionales que se han desarrollado con el tiempo.
• Terapia de pareja cognitivo-conductual: es la más común por la eficacia que ha demostrado y se centra en analizar las conductas que están ocasionando problemas en la pareja, dotándoles de herramientas nuevas que les permitan resolver sus conflictos.
• Terapia pareja psicodinámica: se centra en comprender y explorar las dinámicas inconscientes que influyen en la relación. Se exploran las experiencias pasadas, las heridas emocionales, los vínculos afectivos y las defensas psicológicas que pueden estar afectando la dinámica actual de la pareja.
• Terapia de pareja humanista: se enfoca en crear un ambiente terapéutico cálido, compasivo y no juzgador donde los miembros de la pareja puedan explorar sus necesidades, emociones y metas individuales y compartidas. El objetivo de la terapia de pareja humanista es fomentar el crecimiento personal y la autorrealización de cada miembro de la pareja, al mismo tiempo que se fortalece la conexión y la intimidad en la relación.

¿Cómo funcionan las terapias de pareja?

En primer lugar, es necesario mantener una conversación honesta con el terapeuta y el otro miembro de la pareja para conocer el punto de vista de ambas partes. Esto se logra repasando aspectos clave de su relación, especialmente, aquellos que son posibles fuentes de conflicto, como:

• La convivencia
• El reparto de tareas
• La comunicación
• La sexualidad
• El tiempo compartido
• La crianza
• La relación con las respectivas familias.

Gracias a la visión que cada integrante ofrece sobres estas cuestiones, se identifican los problemas que han surgido y cómo han afectado a su relación. El terapeuta ofrece su visión y se establecen los objetivos a alcanzar. En cada sesión, el terapeuta proporciona una serie de pautas para tratar de mejorar la situación y evalúa el grado de consecución de los objetivos. Posteriormente, las sesiones se vuelven más esporádicas hasta solucionar el conflicto.

El beneficio de la terapia de pareja reside en los cambios, siempre necesarios para restaurar una relación. La Asociación de Especialistas de Sexología indica que su efectividad es de alrededor del 70 %, por lo que 2 de cada 3 parejas que recurren a la terapia de pareja consiguen solucionar sus problemas.  Incluso en aquellas que deciden finalizar la relación, el proceso de acompañamiento y mediación en la ruptura puede resultar de gran ayuda.

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