
Imagina que tu trabajo consistiera en diseñar la luna de miel perfecta para una pareja que se va a Bali o diseñar una ruta gastronómica por el País Vasco para un grupo de foodies japoneses. Los operadores turísticos, también llamados turoperadores, son las personas detrás de millones de experiencias que suceden cada año.
Mientras que mucha gente planifica sus escapadas a través de aplicaciones móviles o páginas web de reservas, existe todo un mundo profesional dedicado a crear, desde cero, propuestas que van mucho más allá de "vuelo + hotel". Si te gusta viajar y tienes mente empresarial, el Doble Grado en Administración y Dirección de Empresas (ADE) y Turismo de la Universidad Europea en Canarias puede abrirte las puertas de esta industria creativa.
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Un operador turístico es quien imagina, diseña y comercializa viajes únicos. Pero no hablamos simplemente de juntar un vuelo con un hotel, sino de crear historias.
Por ejemplo, un turoperador especializado en turismo cultural puede idear una ruta por los pueblos más auténticos de Andalucía, contactar con artesanos locales para talleres exclusivos, negociar con pequeños hoteles boutique y planificar un itinerario que ningún viajero podría organizar por su cuenta.
La diferencia con una agencia de viajes tradicional es clara: mientras la agencia vende lo que ya está disponible, el operador turístico da forma a experiencias que no existían antes.
El turismo no es solo movimiento de personas de un lugar a otro. Detrás de cada viaje bien estructurado, hay alguien que ha organizado cada detalle para hacerlo posible. Es aquí donde entran en juego las funciones de un operador turístico:
Investiga destinos emergentes, descubre lugares que aún no están masificados y crea rutas originales. Su trabajo requiere curiosidad constante y capacidad para adelantarse a las tendencias.
Establece acuerdos con hoteles, restaurantes, guías locales, empresas de transporte y proveedores de actividades. Su habilidad para conseguir precios especiales determina la rentabilidad del negocio.
Transforma servicios turísticos en narrativas atractivas. Convierte "3 noches en Roma" en "Descubre la Roma secreta que solo conocen los locales".
Cuando un vuelo se cancela, un hotel cierra inesperadamente o surge cualquier imprevisto, el operador turístico debe tener plan B, C y D preparados.
Aunque no trabajan de la misma manera, sí que todos los tipos de turoperadores comparten la idea de reinventar la forma en que exploramos el mundo.
Crean productos turísticos exclusivamente para venderlos a través de agencias de viajes. Nunca tratan directamente con el turista final, pero sus creaciones llegan a miles de personas.
Se centran en segmentos muy específicos: turismo de aventura en Patagonia, viajes gastronómicos por Asia o escapadas de bienestar en balnearios europeos, por dar algunos ejemplos. Su especialización les permite ofrecer experiencias que los generalistas no pueden igualar.
Se especializan en un lugar concreto y se convierten en expertos absolutos de esa zona. Conocen cada rincón, cada tradición local y cada contacto que puede marcar la diferencia.
Combinan creación y venta, a la vez que mantienen contacto directo con sus clientes desde el primer momento hasta el regreso del viaje.
Si quieres convertirte en operador turístico, el Doble Grado en Administración y Dirección de Empresas (ADE) + Dirección Internacional de Empresas de Turismo y Ocio de la Universidad Europea en Canarias te ofrece la combinación perfecta entre formación empresarial y especialización turística.
Más allá de conocer destinos, se trata de entender lo que hace que un viaje sea realmente inolvidable.
Necesitas imaginación para diseñar experiencias únicas, pero también capacidad analítica para que el negocio sea rentable. No basta con crear viajes bonitos si no sabes calcular márgenes, gestionar free cash flow o analizar la competencia.
La diferencia entre un viaje memorable y un desastre suele estar en los pequeños detalles, por ejemplo, que el transfer llegue puntual, la habitación tenga las vistas prometidas y el restaurante recomendado merezca realmente la pena.
Un día puedes estar negociando con un hotelero en Marrakech, al siguiente explicando un itinerario a una familia alemana y por la tarde resolviendo un problema con una aerolínea.
El turismo cambia rápidamente. Los destinos de moda de hoy pueden estar saturados mañana. Los buenos turoperadores van siempre un paso por delante.
Desde puestos estratégicos en empresas consolidadas hasta proyectos innovadores fuera de los circuitos tradicionales, pasando por la posibilidad de emprender, el mundo del turismo ofrece diferentes salidas profesionales para un operador turístico:
Montar tu propio turoperador hoy es más viable que nunca. Las herramientas digitales han democratizado el acceso al mercado, aunque la competencia también es más intensa.
Si cuando ves fotos de un lugar ya estás pensando en cómo organizarías el viaje perfecto para conocerlo, si disfrutas planificando escapadas para tus amigos y si te gusta la idea de convertir tu pasión por los viajes en un negocio rentable, puede que hayas encontrado tu vocación.