
La mediación ha experimentado una transformación radical en España con la entrada en vigor de la Ley Orgánica de Eficiencia Procesal 1/2025. Esta nueva normativa marca un antes y un después en la resolución de conflictos, estableciendo cambios fundamentales que afectan tanto a ciudadanos como a profesionales del derecho. El panorama jurídico español se enfrenta ahora a una nueva realidad donde se promueve el uso de la mediación y otros métodos de resolución de conflictos, como requisito previo a la presentación de demandas en múltiples procedimientos.
Para quienes buscan especializarse en este campo en constante evolución, el Máster en Mediación y Resolución de Conflictos de la Universidad Europea se presenta como una oportunidad única de formación integral. Además de su valor práctico, la mediación posee una dimensión formativa que promueve habilidades fundamentales para la convivencia democrática, convirtiéndola en una herramienta pedagógica que fortalece la cultura del diálogo desde edades tempranas.
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El 3 de abril de 2025 se marca un hito en el ámbito de la mediación en España con la entrada en vigor de la Ley Orgánica de Eficiencia Procesal 1/2025. Esta legislación introduce los Medios Alternativos de Solución de Controversias (MASC) como elemento central del sistema judicial español, modificando sustancialmente la forma en que se abordan los conflictos.
La ley establece un cambio de paradigma fundamental: se exige acreditar que se intentó algún acuerdo, ya sea mediación o alguno de los MASC, de forma obligatoria en determinadas reclamaciones civiles y mercantiles, o la demanda puede ser rechazada. Este requisito de procedibilidad transforma la práctica legal tradicional, priorizando la búsqueda de soluciones consensuadas antes de recurrir a la vía judicial.
Antes de que una demanda sea admitida a trámite, las partes deben intentar resolver el conflicto mediante mediación u otros Métodos Alternativos de Solución de Controversias (MASC). Esta medida busca descongestionar los tribunales y promover una cultura de diálogo.
Ámbito de aplicación:
Una de las modificaciones más significativas es la introducción de un requisito de procedibilidad en determinadas acciones civiles, que exigirá a las partes acreditar que han intentado alcanzar un acuerdo antes de acudir a los tribunales. Sin esta acreditación, las demandas podrán ser inadmitidas a trámite.
Este cambio implica que los demandantes deberán presentar documentación que demuestre que se ha intentado resolver el conflicto incluyendo:
Los letrados necesitarán formación específica en MASC para poder asesorar adecuadamente a sus clientes. Esta realidad evidencia la importancia de contar con conocimientos especializados en mediación y resolución alternativa de conflictos.
Los abogados deberán adaptar su práctica profesional, integrando la mediación como parte esencial de su estrategia legal. Esto incluye la capacidad de orientar a los clientes sobre las ventajas de la mediación y preparar adecuadamente los procesos previos al litigio.
La nueva ley de mediación contempla determinadas excepciones donde no se exigirá la actividad negociadora previa:
El escenario que se plantea con estos cambios requiere una preparación específica por parte de todos los actores involucrados. Con estos cambios legislativos, la figura del mediador adquiere una relevancia sin precedentes.
La diversidad de conflictos que pueden abordarse mediante mediación hace necesario que los profesionales conozcan los diferentes tipos de mediación existentes, desde la familiar hasta la mercantil, pasando por la comunitaria y la educativa.
La mediación se consolida como una herramienta fundamental para promover una cultura de diálogo y acuerdo, donde las partes se sientan escuchadas y respetadas, y donde se priorice la búsqueda de soluciones constructivas.