En el ámbito financiero podemos encontrar diversas herramientas a disposición de las empresas para administrar su flujo de efectivo y garantizar su estabilidad económica. Una es el factoring financiero. En finanzas, el factoring es un método que las organizaciones usan para acelerar la recuperación de fondos y obtener liquidez de manera rápida mediante la transferencia de deuda.
Gracias a estudios como el Grado en ADE online, también disponible presencialmente en Madrid, Valencia o Canarias, podrás convertirte en un profesional en las finanzas y destacar en el ámbito empresarial.
Una operación de factoring llevada a cabo por una empresa suele comprender los siguientes pasos:
Entre los tipos de factoring más conocidos, podemos encontrar:
Imaginemos que la empresa X posee una factura de 100.000 euros con vencimiento en 90 días. En este escenario, la empresa X busca los servicios de una entidad de factoring o institución financiera para conseguir un anticipo del 90 % del valor total de la factura.
Tras transcurrir los 90 días, la entidad o empresa recupera el 100 % de la factura directamente del cliente original, no de la empresa X. Esta diferencia es la que generará el beneficio para la entidad que financió a la empresa.
Aunque es habitual confundir el factoring y el confirming al hablar sobre qué es la gestión financiera, estas son dos modalidades de financiación totalmente distintas.
Cuando nos referimos al factoring hablamos de un servicio de cobro a través del cual la propia empresa recibe el cobro que corresponde de sus facturas.
El confirming, en contraposición, es un servicio de pago que garantiza el pago directo a los proveedores.
De ahí que, en el factoring, es el cliente el responsable de cubrir el costo de la operación que se refleja en la comisión establecida por la entidad financiera. Mientras, en el confirming, es el proveedor quien asume este coste.
En términos generales, el factoring proporciona seguridad en el cobro y liquidez para las empresas y en el caso del confirming, este cumple esa función, pero para los proveedores.
Entre los múltiples beneficios del factoring, destacan:
En conclusión, el factoring emerge como una de las herramientas financieras estudiadas en el Grado en Economía, que resulta clave para las empresas al brindarles la capacidad de mejorar su liquidez, reducir el riesgo de impago y fortalecer relaciones con proveedores. Si te estás preguntando por qué estudiar finanzas, puede que en el factoring esté la solución. Con beneficios adicionales como la posibilidad de acelerar el crecimiento empresarial mediante financiamiento para expansiones y adquisiciones, el factoring se posiciona como una estrategia versátil y efectiva en el mundo empresarial.