Las empresas están formadas por personas, lo que significa que para formar parte de ellas o dirigirlas bien es esencial saber cómo funcionan y entender los comportamientos de los empleados, ya sea a nivel individual o de grupo. De esta tarea, del estudio de las pautas de conducta de las personas que forman una compañía, se encarga el comportamiento organizacional.
El comportamiento organizacional se centra en estudiar cómo se comportan los miembros de una organización y cuáles son las consecuencias de estas conductas en la organización, lo que sirve para poder optimizar el rendimiento de la empresa. Por tanto, no es de extrañar que se haya convertido en una materia de estudio fundamental dentro de cualquier Grado en Relaciones Laborales y Recursos Humanos. A continuación, te contamos todo lo que debes saber sobre este campo.
Además de estudiar las conductas y comportamientos de las personas, el comportamiento organizacional también se encarga de analizar las relaciones entre individuos dentro de una misma empresa. Con ello, busca dar respuesta a preguntas como cuál es la motivación de los empleados o cómo trabajan. Esta disciplina puede resultar especialmente útil para los equipos de liderazgo en materia de resolución de conflictos, colaboración entre los trabajadores o cohesión de equipo.
El comportamiento organizacional permite también predecir. Es decir, se pueden introducir normas en función de cómo actúan las personas con el objetivo de garantizar un correcto funcionamiento de los procesos y prevenir errores o problemas.
Además, mediante el comportamiento organizacional, es posible transmitir la misión, la visión y los valores de la compañía a todos los niveles de la organización. De este modo, se fomenta la unión y el desarrollo personal y profesional de los empleados en el entorno laboral, lo que permite mejorar a su vez el rendimiento.
Uno de los principales objetivos del comportamiento organizacional es asegurar y mejorar el funcionamiento de la organización. Sin embargo, esta disciplina va más allá y persigue también otros fines:
El comportamiento organizacional está compuesto por cuatro elementos esenciales que están interconectados entre sí:
El comportamiento organizacional abarca disciplinas como la psicología del trabajo, la economía o la sociología. Por ello, existen diferentes modelos de comportamiento organizacional:
Con el comportamiento organizacional, las empresas buscan aumentar la cooperación entre los empleados y su nivel de satisfacción. Esta disciplina también se encarga de llevar a cabo políticas sobre el ambiente y las instalaciones de la organización, pues son aspectos clave que también influyen en la productividad y desempeño de los empleados.
Es importante que las organizaciones inviertan en comportamiento organizacional para fortalecer a sus trabajadores, facilitar la comunicación y crear un espacio de trabajo agradable. De esta forma, se fomenta el sentimiento de pertenencia y cohesión en la empresa y se construyen relaciones más sólidas también con los clientes.