Sergio Guillem Diosdado, docente del Grado de Odontología en Valencia de la Universidad Europea y uno de los creadores de “Momonsters”, nos cuenta cómo surgió el nacimiento de la serie de animación en 3D que tanto éxito ha recogido entre los niños: “La idea de la serie tuvo dos fases, la primera surgió recogiendo un premio europeo de videojuegos en Holanda y la segunda de regreso del Cartoon Movie en Lyon. Acabamos decidiendo que tendría sentido desarrollar una aplicación educativa para los niños y, en principio, se barajó que los personajes fueran marcianos o incluso niños, pero acabamos acordando que fuesen monstruitos”.
Estos “monstruitos” a los que se refiere Sergio son Haha, Hehe, Hihi, Hoho y Huhu, los 5 “Momonsters” que se han propuesto ser los mejores amigos de los niños ¿dónde? ¡En la Academia Momonsters! Este proyecto audiovisual ha batido récords históricos de audiencia de la cadena llegando a superar incluso algunos días a la gran “Peppa Pig”, la reina de preescolar de la última década. Con tan sólo 3 meses de emisión ha logrado casi 3 millones de visualizaciones de los más de 50 capítulos que están disponibles para disfrutarlos en la web y que son accesibles desde cualquier país del mundo.
Una serie de animación en ClanTV, una App y además un Smart Toy (un peluche o juguete inteligente) se han convertido en los ingredientes perfectos para alcanzar este gran éxito. Sabemos que cada uno de estos productos es viable por sí mismo, pero si los combinamos la experiencia del usuario mejora exponencialmente: “Esas 3 líneas del proyecto y también del negocio (pues todas se monetizan) actúan entre ellas, de manera que el Smart Toy hace las funciones del profesor de los pequeños de la casa, a medida que se emite la serie en la televisión o cuando se abre la APP desde cualquier dispositivo móvil (tablets o móviles)”.
Esta idea tan atractiva de proyecto audiovisual multimedia surgió en el entorno en el que el profesor pasa gran parte de su tiempo: “La universidad es el lugar y el momento en que las personas buscan su formación, no importa el área de conocimiento ni el país ni la edad, eso es algo común a la formación universitaria global. Sin embargo, ese crecimiento personal del alumno no puede ni debe limitarse al campo teórico. Es más, en mi opinión, sería un grave error si así fuera”.
El profesor considera que los contenidos formativos que deben transmitir los docentes han de tener una orientación lo más cercana posible al mundo real, al panorama empresarial que se vive "ahí fuera" y para el que se está preparando a los estudiantes. Por esta razón, considera “un valor añadido y diferencial que el docente pueda tener una visión actual, contrastada y veraz de la realidad de su sector, para poder acompañar, guiar y preparar de la mejor manera a sus alumnos. Y, en este sentido, quiero aprovechar para decir que la Universidad Europea siempre me ha parecido que, además de tener un funcionamiento interno muy profesional y empresarial, también cuenta con ese know-how y expertise de sus docentes que, en muchas ocasiones, compaginan su actividad profesional fuera de las aulas con su actividad formativa dentro de ellas”.