Para Faraón Llorens, uno de los autores de la reciente publicación del Observatorio de Inteligencia Artificial “la Universidad tiene que ser el garante del conocimiento en medio de la transformación que va a traer la IA”
Las circunstancias sociales más recientes y los últimos avances tecnológicos, especialmente con la incorporación de la inteligencia artificial generativa, hacen prever un nuevo paradigma del modelo universitario tal y como lo conocemos. Las tecnologías de la información permiten desde hace tiempo ofrecer una formación superior de calidad a distancia, con unas herramientas desarrolladas en parte por la necesidad que trajo el COVID, pero que demuestran que es posible poder formar y aprender de manera ubicua.
Faraón Llorens, catedrático de la Escuela Universitaria de Ciencia de la Computación e IA, es uno de los autores del segundo informe sobre el Observatorio de Inteligencia Artificial, resultado del trabajo realizado por profesores de la Universidad Europea de Madrid y la colaboración de expertos externos.
En su análisis sobre cómo será una universidad en la que esté inmersa la inteligencia artificial señala que “la necesidad que hubo de digitalizar la educación ha allanado la entrada de la IA en las aulas. La pandemia nos demostró que había otra forma de interaccionar y obligó a abrir la mente de los profesores. Con la IA pasa lo mismo. Algunos dirán que no hace falta utilizarlo en las clases, pero la realidad es que lo va a inundar todo, y hay que estar preparado para ello”.
Llorens apunta que con la llegada de la Inteligencia Artificial se ha cumplido “el sueño de la automatización”. La IA hará que cualquier herramienta que se utilice tenga un módulo especial que permita facilitar y mejorar los trabajos: un Word que mejore la redacción de los textos, con traducciones automáticas… “Lo que pensábamos que era de ciencia ficción y que siempre hemos deseado los humanos ahora se ha cumplido y es una realidad”.
El papel de los docentes en la era de la IA
Al margen del debate sobre si la universidad debe formar exclusivamente a los profesionales que la sociedad demanda, el segundo informe del Observatorio de Inteligencia Artificial de la Universidad Europea de Madrid recuerda que el papel de la educación superior seguirá siendo el de generar conocimiento, y de formar personas que aspiran a alcanzar un alto nivel cultural, una mayor y mejor empleabilidad, o ambos.
“La Universidad tendrá que preparar a los estudiantes para un mundo que tendrá Inteligencia Artificial en el ocio y en el trabajo, su responsabilidad será formar a personas que vivan en esta sociedad, que le saquen partido a estas nuevas herramientas, pero siendo conscientes que también conllevan peligros” explica.
En este sentido, el docente tendrá un papel clave. Faraón Llorens recuerda que “vivimos ahogados en información y sedientos de conocimiento”. En la era de la Inteligencia Artificial y ante tanta información y recursos la universidad debe fomentar el pensamiento crítico y promover el desarrollo de competencias blandas, como la inteligencia emocional, por ejemplo. Y en este sentido “es importante que la figura del profesor pase de ser la persona que tiene el conocimiento a la persona que te ayude a seleccionar, entre tantas herramientas e información, el conocimiento a adquirir y los recursos que tienes que utilizar para ello”.
La Universidad, garante de la verdad en medio de la transformación
Para el catedrático e investigador en la aplicación de las tecnologías digitales en la educación, desde que la digitalización ha copado todos los ámbitos de la sociedad, en el sistema educativo se han producido cambios significativos en la educación superior. Sin embargo, duda de si habrá un cambio disruptivo “hasta que no se consiga definir si es posible una educación transdisciplinar y pueda haber una ruptura con las casillas estancas de las asignaturas de los modelos académicos actuales”.
Apunta Llorens que “hay una tendencia en micro certificaciones, y se puede abrir la puerta a esa flexibilidad en el itinerario, en vez de buscar una educación lineal uniforme”, pero ahí se abre otra cuestión que sería el de regular esas certificaciones y si un cúmulo de micro certificaciones faculta para un conocimiento integral.
En este sentido, explica que “habría que tener en cuenta si las empresas valoran la certificación y la titulación en sí, o si buscan las aptitudes en los estudiantes”. Sea como fuere Llorens insiste: “Aquí, la universidad tiene un papel fundamental. El de acreditar de alguna manera que se han conseguido esas competencias y que sus titulados están preparados para enfrentarse a la realidad laboral. La Universidad es esa garantía y el lugar seguro para el conocimiento, que luche contra la mentira y la falsedad, algo básico y muy necesario en este proceso de transformación en un mundo con inteligencia artificial al alcance de todos”.
Con el objetivo de emitir un informe anual en el que se recoja el estado actual de madurez de la IA y su previsible desarrollo a corto y medio plazo, la Universidad Europea creó el pasado 2023 un observatorio de Inteligencia Artificial enfocado en Educación Superior. Este observatorio está integrado por prestigiosos profesionales en el ámbito académico y/o industrial, por profesores senior de la Universidad Europea de Madrid, y por personal no docente con interés en esta disciplina, por sus posibles aplicaciones en el entorno universitario.