El pintor ha inaugurado el Ciclo de Maestros, una iniciativa de la Escuela STEAM, en colaboración con la Universidad Europea, que tiene como propósito organizar encuentros entre estudiantes y maestros de diferentes disciplinas.
El pintor Antonio López ha sido el primer invitado del Ciclo de Maestros, una iniciativa de la Escuela STEAM, en colaboración con la Universidad Europea, que tiene como propósito organizar encuentros entre estudiantes y maestros de diferentes disciplinas. En estas sesiones, los estudiantes tienen la oportunidad de hacer preguntas abiertas a los invitados, que contestan desde su momento vital.
El pintor ha comenzado su intervención asegurando que “las ciudades españolas se han pintado poco”, lo que para él es algo “verdaderamente estimulante”. En su opinión, la ciudad es el retrato del hombre, “es como su rostro”. En este sentido, considera que “Madrid tiene rostro de la gente que lo ha construido, no es una ciudad decorativa como París o Nueva York”. Bajo su punto de vista, sin embargo, “la arquitectura a veces es insignificante, vulgar, sosa y poco atractiva, pero todo unido, junto a su tamaño y al sol, tiene algo que lo hace muy emocionante”.
Así, el maestro ha subrayado que la pintura nace siempre de la emoción. “Lo que te hace ponerte en movimiento es algo que te emocione, sobre todo, cuando deja de nacer del encargo. Y lo verdaderamente difícil es trasladar esa emoción. Con los años, se adquiere la experiencia y la profesionalidad, que en definitiva es aprender a manejar los sentimientos”, ha añadido Antonio López. No obstante, ha subrayado que tarde o temprano, “la emoción que yo siento siempre aparece en el lienzo, de la misma forma que el pez siempre entra la red”.
Asimismo, Antonio sostiene que el tiempo es el valor atribuido al arte que es superior a todos los demás, aunque lamenta que el hombre lo ha descubierto muy recientemente, “cuando ya lo ha perdido”. Tal y como ha reflexionado, la palabra tiempo se utiliza mucho en el mundo de la pintura, la escultura y la creación. “Veo el tiempo en todas las creaciones del mundo antiguo, así como en la gente que trabaja de manera muy pura y paralela a las cosas básicas de la vida. En esos casos atrapas toda la intensidad de la energía, que por ejemplo está en todas las esculturas egipcias”, ha puntualizado.
Antonio López es uno de los artistas contemporáneos españoles más reconocido por el público. Un autor que actualmente se encuentra embarcado en otro gran proyecto que ha intentado acometer hasta en dos ocasiones: pintar la Puerta del Sol, de Madrid. Fiel a su propio mundo y alejado de las modas, su arte forma parte de las colecciones de los grandes museos del planeta, entre ellos el MoMA de Nueva York, el Pompidou de París o el Reina Sofía de Madrid, y atrae a un público que conecta con su sensibilidad para reflejar de una realidad desnuda, quieta y silenciosa.