¿Qué es un triaje?

Durante las últimas décadas la demanda de los servicios de urgencias en España ha ido aumentando de manera continua. El incremento del número de pacientes se debe, al menos en parte, al uso elevado de dichos servicios para atender situaciones no urgentes, lo cual pone en riesgo la propia finalidad de urgencias. No obstante, el triaje permite detectar a los pacientes que presentan signos de compromiso vital para brindarles una atención rápida y eficaz que salve vidas. Por esa razón, forma parte del plan de contenidos de nuestro máster en Medicina de Urgencias, Emergencias y Catástrofes.

¿Qué significa triaje y quién lo realiza?

El término triage o triaje es un neologismo que proviene de la palabra francesa trier, que significa escoger o clasificar. De hecho, se empezó a usar en las batallas napoleónicas para determinar qué pacientes necesitaban una atención urgente, si bien su uso tal y como lo conocemos en la actualidad proviene del mundo anglosajón, según reveló la revista Anales del Sistema Sanitario de Navarra.

Por consiguiente, el triaje es un proceso en el que se examina rápidamente a los pacientes para evaluar el nivel de riesgo que presentan y asignarles la categoría de atención adecuada. Es una herramienta rápida y fácil de aplicar que tiene un gran valor predictivo en términos de gravedad y evolución, por lo que permite detectar a los pacientes en situación de riesgo vital para ofrecerles una atención inmediata.

El triaje también tiene una importancia “logística” ya que permite gestionar de manera más adecuada y segura el flujo de pacientes, en especial durante los picos de demanda. Es esencial para evitar la congestión de los servicios y ofrecer una asistencia sanitaria eficaz y eficiente. Además, contribuye a decidir cuál es el área más adecuada para atender a los pacientes y proporciona información sobre el proceso asistencial al personal médico y los familiares.

Cabe aclarar que el triaje suele estar a cargo del personal de enfermería, con o sin ayuda del facultativo. Aunque estudios realizados en el Reino Unido y Estados Unidos señalan que el triaje de enfermería con apoyo médico es más eficiente, sobre todo en los casos más complejos y urgentes; no es menos cierto que el uso de protocolos, circuitos y órdenes médicas específicas puede conducir a un triaje avanzado y preciso.

Las categorías o tipos de triaje que se aplican en España

En 2003, la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias adoptó el actual Sistema Español de Triaje (SET), que prevé cinco niveles y diferentes tiempos de atención:

• Nivel I: De color azul, corresponde a la categoría “reanimación” e implica una prioridad absoluta, de manera que demanda una atención inmediata.
• Nivel II: De color rojo, se categoriza como “emergencia” debido al riesgo vital, la inestabilidad o un dolor muy intenso, de forma que exige una atención en un máximo de 7 minutos.
• Nivel III: De color naranja, se considera “urgente” ya que existe un riesgo vital, pero con estabilidad hemodinámica, por lo que el tiempo de demora máxima es de 30 minutos.
• Nivel IV: De color verde, entra en la categoría “menos urgente” ya que no hay riesgo vital para el paciente, de forma que el tiempo de atención es de 45 minutos.
• Nivel V: De color negro, se considera una patología de poca complejidad clasificada como “no urgente” que puede esperar 60 minutos.

Esos niveles o tipos de triaje se establecen teniendo en cuenta diferentes variables del paciente, desde sus constantes fisiológicas hasta el tiempo de evolución de los síntomas, las funciones neurológicas básicas, la intensidad del dolor y el mecanismo de lesión, entre otros.

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