Cuidar nuestros dientes y encías es vital para proteger nuestra salud, bienestar y calidad de vida. Tener unos dientes sanos facilita funciones tan importantes como la masticación, deglución y fonación. Además, una sonrisa bonita cimienta nuestra autoestima y consolida la autoconfianza.
Sin embargo, a veces no basta con preocuparnos por nuestra buena higiene bucal o visitar con regularidad al dentista, nuestros dientes pueden dañarse por múltiples causas. Las caries son el problema más habitual, pero también podemos sufrir roturas por traumatismos, experimentar un desgaste dental o padecer alteraciones propias del desarrollo. En estos casos entra en juego la odontología conservadora y restauradora.
La odontología conservadora, por definición, incluye todos aquellos tratamientos que se usan para conservar los dientes naturales y evitar su extracción, aunque estén dañados. Básicamente, su principal objetivo es curar y “restaurar” los tejidos duros dañados de la pieza para devolverle su anatomía normal, lograr que recupere su función y mejorar la estética dental.
En la odontología conservadora y restauradora se aplican diferentes tratamientos, según el grado de daño que presente la pieza dental:
La odontología conservadora y restauradora forma parte de la Odontología, por lo que estos tratamientos deben ser realizados por un profesional que haya cursado estudios universitarios de Odontología o Estomatología.
De hecho, hasta 1987, en España los estomatólogos eran los únicos profesionales legalmente autorizados para tratar a pacientes en un gabinete dental y realizar este tipo de tratamientos. Estos profesionales debían estudiar Medicina y luego especializarse en el cuidado de la salud bucodental.
Sin embargo, en 1986 se crearon los primeros estudios de Odontología, de cinco años de duración, de manera que en la actualidad para estudiar Odontología ya no es necesario cursar la carrera de Medicina, (puedes hacerlo en nuestra universidad en Madrid, Valencia y Alicante).
Aunque el odontólogo o estomatólogo es el profesional que realiza la odontología conservadora y restauradora, no suele hacer solo el tratamiento. Generalmente cuenta con la ayuda de los auxiliares de clínica y/o la intervención de los protésicos dentales y los higienistas, profesionales que desempeñan una función de apoyo en el tratamiento.
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