
En un mundo globalizado donde la eficiencia marca la diferencia, las empresas buscan optimizar al máximo cada uno de sus procesos para mejorar sus resultados. La logística just in time, un modelo de gestión que elimina los inventarios innecesarios para reducir los costes operativos es una estrategia clave para conseguir ese objetivo.
Si quieres conocer en profundidad cómo funcionan los principales sistemas logísticos y dedicarte a este campo, estudiar el Máster en Logística y Transporte online y el Máster en Logística y Transporte en Madrid de la Universidad Europea te ofrecen una formación donde también aprenderás a utilizar tecnologías avanzadas como el big data, el IoT, la robótica o la automatización. En este artículo, te explicamos en qué consiste la logística just in time, cómo funciona y cuáles son sus ventajas e inconvenientes.
La logística just in time, que en español significa “justo a tiempo”, es un modelo de gestión que busca reducir los tiempos de producción y minimizar el inventario almacenado. Esta filosofía, originada en Japón, se hizo popular gracias a su implementación en la industria automotriz, especialmente por Toyota, que la utilizó para mejorar la eficiencia operativa.
El objetivo principal de este modelo es entregar los materiales necesarios en el momento exacto en que se necesitan, ni antes ni después. Para lograrlo, se requiere una coordinación precisa entre proveedores, procesos internos y distribución que alinee todos los eslabones de la cadena de suministro con la demanda real del mercado.
La clave del funcionamiento de la logística just in time es la sincronización. Todas las etapas del proceso deben estar perfectamente coordinadas para evitar interrupciones. Por ejemplo, en una planta de fabricación, las piezas necesarias para el ensamblaje deben llegar justo cuando se van a utilizar, lo que elimina la necesidad de almacenarlas durante mucho tiempo.
Adoptar esta estrategia logística puede aportar múltiples beneficios para las empresas, especialmente en sectores con alta competencia o presión sobre los costes. Estos son algunos de los más importantes:
Aunque sus ventajas son innegables, este sistema de gestión también presenta ciertos desafíos que deben tenerse en cuenta antes de su implementación.
Para mitigar estos riesgos, muchas empresas combinan este sistema con otras metodologías logísticas que aportan mayor flexibilidad y capacidad de respuesta.
Aunque tuvo sus inicios en la industria automotriz, este modelo se ha extendido a múltiples sectores como la electrónica, la alimentación, la moda y el comercio electrónico.
Por ejemplo, en el sector retail, muchas marcas de moda rápida lo utilizan para reducir tiempos entre el diseño y la venta de sus productos. También tiene muchas aplicaciones en la industria tecnológica, donde los ciclos de vida de los productos son muy cortos y la logística just in time permite adaptarse rápidamente a nuevas tendencias.
En todos estos casos, el éxito del sistema depende de profesionales especializados en la gestión de operaciones y logística, formados en programas como el Máster en Logística en Valencia o en Canarias de la Universidad Europea.
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