Si bien sus profesiones tienen puntos en común, el foniatra y el logopeda son especialistas diferentes. En general, estos dos perfiles forman equipos multidisciplinares para proporcionar atención integral a pacientes con problemas del habla o la comunicación.
Si quieres profundizar en las funciones del logopeda, puedes hacerlo en programas como el Grado en Logopedia de la Universidad Europea. Pero, si aún no sabes cuáles son exactamente las funciones de estos profesionales y en qué se diferencian de los foniatras, sigue leyendo.
El foniatra es el médico especialista en foniatría. Previene, diagnostica, y trata alteraciones del lenguaje, del habla y de la voz. Estos son considerados los vehículos de la comunicación verbal, según la Sociedad Médica Española de Foniatría. Además, trata trastornos de la audición y la deglución que afectan al habla.
Para ser foniatra, es necesario cursar un Grado en Medicina y una formación de posgrado específica. El trabajo requiere conocimientos de pediatría, odontología, otorrinolaringología, psiquiatría, neurología y rehabilitación. También nociones sobre disciplinas no médicas, como acústica, fonética, lingüística o pedagogía. Esto les permite abordar diferentes patologías:
Este trastorno afecta a la calidad, intensidad o duración de la voz. Lo causan nódulos en las cuerdas vocales, pólipos, edemas o una parálisis de las cuerdas vocales, entre otros.
Son, por ejemplo, la tartamudez, o la disartria, que es la dificultad en el control muscular del habla. También la dislalia, que es la dificultad en la pronunciación de ciertos sonidos o palabras.
Son problemas para tragar que surgen a raíz de una disfunción neurológica, estructural o funcional del sistema de deglución.
La pérdida de voz, también llamada afonía, puede ser un problema crónico o temporal, y tiene causas muy diversas.
Son problemas en el desarrollo del lenguaje en niños. Entre ellos se incluyen los retrasos en la adquisición del habla y del lenguaje o el trastorno específico del lenguaje (TEL), entre otros.
Entre ellos destacan la otitis media, la pérdida auditiva conductiva y neurosensorial o los acúfenos, que consisten en la escucha de un zumbido permanente en los oídos.
Determinadas condiciones neuronales pueden afectar a la función vocal, a la audición o a la deglución. Es el caso de los accidentes cerebrovasculares, el párkinson, la esclerosis múltiple y otras patologías.
El logopeda tiene habilidades para la intervención en los diferentes trastornos del lenguaje, el habla, la voz y la comunicación. Como profesional sanitario, también tiene habilidades para intervenir en los trastornos de la deglución. Su especialidad también le confiere conocimientos sobre recursos metodológicos, instrumentales y tecnológicos para dicha intervención.
El objetivo de un logopeda es mejorar la vida de sus pacientes mediante la rehabilitación. Para ello, debe superar una formación universitaria y ser habilitado por un colegio profesional. Se ocupan, entre otras, de las siguientes patologías:
Pueden ser trastornos del lenguaje oral como la afasia, y también trastornos específicos de la lectoescritura (TEL) como la disgrafía, la dislexia y la disortografía.
Alteraciones del lenguaje
Estas suelen estar asociadas a contextos sociales, así como al envejecimiento y a trastornos degenerativos. También existen trastornos específicos, como retrasos del lenguaje o trastornos fonéticos y fonológicos.
Desde trastornos de la fluidez y del habla, como dislalia, disartria, disglosia y disfemia; hasta el mutismo y las inhibiciones del lenguaje. También se tratan trastornos de la voz, como disfonías, y de la audición, como la pérdida auditiva.
Algunos se deben a trastornos neurológicos, como la parálisis cerebral infantil. Otros están causados por lesiones cerebrales, como las afasias y los trastornos asociados. También los hay asociados a déficits auditivos y visuales, al déficit de atención, a un trastorno generalizado del desarrollo y a plurideficiencias.
Entre este tipo de funciones se encuentran la deglución atípica y adaptada, el soplo, la succión, los trastornos orofaciales y la disfagia.
Ya hemos ofrecido una definición de estos dos perfiles profesionales, pero en esta tabla te mostramos de forma resumida las principales diferencias entre uno y otro.
Foniatra | Logopeda | |
Formación | Formado en medicina y especializado en foniatría. | Grado en Logopedia que puede continuarse con másteres especializados en áreas |
Competencias | Conocimientos médicos de anatomía, fisiología y patologías del sistema vocal. | Conocimientos de trastornos del habla, el lenguaje, la comunicación, la voz y la deglución. Conocimientos de anatomía y de programas terapéuticos. La competencia que marca la diferencia es su conocimiento para realizar rehabilitación. |
Enfoque | Diagnostica y trata con medicinas, procedimientos médicos y terapias. | También evalúa, diagnóstica y trata los trastornos en su competencia. Pero no tiene capacidad para recetar fármacos. |
Ámbito | Hospitales y clínicas, centros de rehabilitación y clínicas de otorrinolaringología. | Hospitales, clínicas, centros de rehabilitación y centros de atención temprana. También escuelas o centros no sanitarios que previamente obtengan la categoría como centro que puede ejercer actividad sanitaria. |
La colaboración interdisciplinaria entre foniatras y logopedas permite la atención integral de pacientes, combinando aspectos médicos y terapéuticos. Además, permite cubrir sus necesidades emocionales, sociales y funcionales, lo que mejora su calidad de vida.
La coordinación entre ambos permite tratar, por ejemplo, a pacientes con disfonía por nódulos en las cuerdas vocales. Primero, el foniatra realiza una laringoscopia al paciente y, después, el logopeda trabaja un programa de terapia vocal. También colaboran, entre otros casos, en trastornos por parálisis facial y por lesiones cerebrales traumáticas.
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