
¿Qué es la disociación? Los trastornos disociativos y sus síntomas
Actualizado el 10 de diciembre de 2025

En el lenguaje común, “disociación” se ha convertido en un sinónimo de “desconexión”. Muchas personas utilizan este término para explicar que estaban distraídas y no han prestado atención a lo que ocurría a su alrededor, pero lo cierto es que se trata de un fenómeno psicológico mucho más complejo y específico. Se experimenta en momentos de estrés intenso, en situaciones traumáticas o incluso en el día a día, y en este artículo veremos en qué consiste exactamente.
Si estás pensando en orientar tu futuro profesional hacia la salud mental, estudiar el Máster Psicología General Sanitaria MPGS en Madrid o el Máster en Psicología General Sanitaria en Valencia de la Universidad Europea te habilitará para ejercer como Psicólogo General Sanitario.
Qué es la disociación
La disociación es un mecanismo de defensa del cerebro que desconecta ciertos procesos cognitivos, emocionales o sensoriales en una situación que resulta abrumadora. Puede manifestarse como una sensación de desconexión del entorno, del propio cuerpo o de los recuerdos. En algunos casos, aparece de forma puntual; en otros, forma parte de un cuadro clínico más complejo.
Algunas experiencias disociativas son breves y no representan un trastorno. Es normal “desconectar” durante unos segundos al conducir o perder la noción del tiempo cuando se realiza una actividad mecánica. Sin embargo, cuando esta desconexión interfiere en la vida diaria, podemos estar ante un trastorno disociativo que requiera intervención profesional. Por lo tanto, hay que prestar atención a los síntomas para saber cuándo ir al psicólogo.
La disociación de la realidad es una de las manifestaciones más conocidas. En estos casos, la persona siente que lo que ocurre alrededor no es del todo real, como si estuviera viendo una película. Esta percepción puede resultar confusa y angustiante, sobre si no hay una causa clara.
Tipos de trastornos disociativos
Los trastornos disociativos comprenden diferentes formas de desconexión psicológica, y se pueden abordar con distintos tipos de terapia psicológica. Vamos a repasar algunos de los más relevantes:
Amnesia disociativa
La persona no recuerda información importante sobre su vida, normalmente relacionada con eventos traumáticos. No se trata de un fallo de memoria común, sino de un bloqueo asociado al estrés extremo.
Trastorno de despersonalización/desrealización
Son dos tipos de disociación similares, pero que se manifiestan de forma distinta:
- Despersonalización: sensación de estar separado del propio cuerpo o de las emociones.
- Desrealización: percepción de que el entorno es irreal o distante.
A diferencia de otros trastornos disociativos, aquí la identidad no se fragmenta, pero sí se altera la integración de la percepción y la conciencia.
Trastorno de identidad disociativo
Conocido popularmente como “disociación de la personalidad”, ocurre cuando un paciente muestra dos o más identidades o estados de personalidad diferenciados. Cada parte puede tener recuerdos, comportamientos y formas de percibir el mundo distintas. Es poco frecuente, y suele relacionarse con experiencias traumáticas graves durante la infancia.
Trastorno disociativo no especificado
Engloba todas aquellas manifestaciones disociativas significativas que no encajan exactamente en las categorías anteriores, pero que afectan a la persona en su vida cotidiana.
Causas y síntomas de la disociación
Ya hemos mencionado que la disociación suele estar vinculada a experiencias traumáticas (puntuales o prolongadas), situaciones de mucho estrés o dinámicas relacionales complejas en etapas tempranas. El cerebro desconecta para reducir el impacto emocional en casos como los siguientes:
- Accidentes o situaciones que ponen en riesgo la vida.
- Maltrato físico, psicológico o sexual.
- Distintos tipos de traumas psicológicos, pero especialmente en traumas infantiles.
- Estrés crónico y prolongado.
- Consumo de sustancias o falta de sueño.
Los síntomas de la disociación son variados y dependen del tipo, pero algunos de los más comunes son:
- Sensación de estar fuera del propio cuerpo.
- Falta de conexión emocional con lo que ocurre alrededor.
- Vacíos de memoria o bloqueos puntuales.
- Distorsión del tiempo o del espacio.
- Dificultades para integrar recuerdos o emociones.
¿Cómo se trata la disociación?
En muchas ocasiones, abordar la disociación requiere acompañamiento profesional especializado. No obstante, el tratamiento depende del tipo de disociación y de su causa. En la práctica clínica se combinan distintas estrategias:
- Psicoterapia centrada en la integración de recuerdos y emociones.
- Técnicas de grounding para recuperar la conexión con el presente.
- Enfoques orientados al trauma, como la terapia EMDR o la sensoriomotriz.
- Trabajo emocional para reducir la evitación y aumentar la regulación emocional.
- Hábitos saludables que estabilicen el sistema nervioso, como el descanso adecuado o la reducción del estrés cotidiano.
La disociación es una respuesta compleja del cerebro que puede adoptar formas muy diferentes. Conocer sus causas, tipos y manifestaciones es fundamental para identificarla y saber cuándo buscar ayuda.
Si te interesa profundizar en estos temas desde un enfoque profesional, puedes explorar opciones como el Máster Psicología General Sanitaria (MPGS) en Canarias de la Universidad Europea. También ofrecemos otros programas para estudiar psicología, como los masters de Ciencias de la Salud. Con ellos, te ayudamos a formarte en las diferentes ramas de la psicología para que des el siguiente paso en tu formación.
Artículo publicado el 12 de diciembre de 2023