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A finales del siglo XVIII se produjo un cambio en la industria que transformó la sociedad por completo: la introducción de la máquina a vapor. Hoy la conjunción de las tecnologías digitales, físicas y biológicas nos está conduciendo a la Cuarta Revolución Industrial, la cual modificará por completo nuestro estilo de vida, la manera en que trabajamos e incluso nuestra forma de relacionarnos y comunicarnos.
La aplicación de la electrónica y la tecnología de la información y las telecomunicaciones condujo a la tercera revolución industrial al automatizar la producción. La revolución digital, a diferencia de las anteriores, no se define por la aparición de tecnologías disruptivas, sino por la creación de nuevas sinergias a medida que las tecnologías existentes sigan evolucionando.
Esta revolución estará impulsada por la robótica avanzada, la inteligencia artificial, el big data, el internet de las cosas, el blockchain, la computación cuántica, la nanotecología, las tecnologías 3D, el cloud computing y las tecnologías biomédicas y cognitivas. Implica el surgimiento de sistemas ciberfísicos que combinan la maquinaria física con procesos digitales con capacidad para tomar decisiones descentralizadas y cooperar entre sí y con las personas.
La Cuarta Revolución Industrial tendrá un efecto más disruptivo que las anteriores porque se extenderá rápidamente a todos los ámbitos de nuestra vida, desde la salud y la educación hasta el comercio, la industria e incluso la convivencia en las ciudades.
Los efectos de la revolución digital se sentirán profundamente en los negocios. Las empresas podrán crear redes inteligentes con capacidad para supervisarse a sí mismas e introducir los cambios que sean necesarios a lo largo de la cadena de valor. Eso implica la puesta en marcha de fábricas realmente inteligentes, lo cual conducirá a un aumento de la productividad que podría traducirse en una reducción de costes y una disminución de los precios.
El impacto de la Cuarta Revolución Industrial en la sociedad será más patente en los puestos de trabajo. La creciente automatización ayudará a los trabajadores a ser más eficientes ya que podrán usar a los robots como asistentes o herramientas, pero también podría generar más desigualdad económica y malestar social. Un estudio del McKinsey Global Institute indicó que la inteligencia artificial y la automatización podrían afectar a una quinta parte de la fuerza laboral mundial, sobre todo en los países desarrollados, de manera que en 2030 los robots podrían reemplazar a 800 millones de trabajadores.
El progreso en las neurociencias, la nanotecología, la bioingeniería, las tecnologías cognitivas y la bioimpresión 3D de órganos y tejidos está generando nuevas soluciones médicas que hace un par de décadas eran impensables. Los modelos de deep learning o machine learning, por ejemplo, permitirán realizar diagnósticos tempranos más precisos y definir mejor los tratamientos mientras que los wearables facilitarán la monitorización de los parámetros de salud. Con la Cuarta Revolución Industrial nos encaminamos a una medicina más personalizada y proactiva que mejore la calidad de vida de los pacientes y prevenga un mayor número de enfermedades.
Los efectos de la revolución digital sobre el medioambiente podrían ser positivos. La automatización de la producción y una movilidad más limpia nos permitirían encaminarnos a un desarrollo más sostenible. Un estudio publicado en Technological Forecasting and Social Change, por ejemplo, reveló que la financiación electrónica reduce las emisiones de CO2 y conduce a una tasa de contaminación más baja en los países de la OCDE. La Inteligencia Artificial también podría gestionar en tiempo real los recursos energéticos de manera descentralizada y más eficiente o monitorear hábitats naturales para preservarlos o incluso regenerarlos.
El núcleo de la Cuarta Revolución Industrial son los datos y la hiperconectividad, lo cual genera preocupaciones sobre la privacidad. Los sistemas de monitorización que recopilan todo tipo de información, desde informes médicos hasta datos bancarios o de geolocalización representan nuevos riesgos, por lo que será necesario aplicar nuevas regulaciones y medidas de seguridad que garanticen la privacidad de los datos personales. En un sistema global conectado será necesario blindar la propiedad intelectual de las empresas, la información sensible de los individuos y certificar que los sistemas de optimización automática siguen siendo seguros.
La Cuarta Revolución Industrial demandará profesionales más creativos, mejor formados y con sólidas habilidades tecnológicas. Puedes ir preparándote desde ahora para liderar los cambios que supondrá la aplicación de los sistemas inteligentes y automatizados:
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