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Ciberdelincuencia: qué es, modalidades y ejemplos

Derecho

15 de Octubre de 2025
ordenador con alertas de código ilustrando un ciberdelito

La ciberdelincuencia es una realidad que afecta a empresas, gobiernos y ciudadanos en todo el mundo. Cada día, miles de organizaciones se enfrentan a amenazas digitales que pueden comprometer sus datos, sistemas y reputación. Si trabajas en el ámbito de la seguridad digital o deseas especializarte en este campo, es fundamental entender qué es la ciberdelincuencia y cómo opera.

Muchos profesionales en este sector optan por formarse específicamente en esta materia a través del Máster en Ciberdelincuencia de la Universidad Europea para desarrollar competencias avanzadas en la investigación y prevención de estos delitos.

¿Qué es la ciberdelincuencia?

La ciberdelincuencia tiene que ver con cualquier actividad ilegal cometida utilizando computadoras, redes o internet como herramientas o escenarios. No es simplemente un delito tradicional trasladado al entorno digital, sino que representa una categoría propia de criminalidad con características únicas.

Lo que distingue a la ciberdelincuencia es su capacidad para trascender las fronteras geográficas. Un atacante ubicado en un país puede afectar infraestructuras críticas o datos personales en otro continente en cuestión de segundos. Además, la velocidad de ejecución, el anonimato relativo que permite internet y la dificultad para rastrear a los perpetradores hacen que estos delitos cibernéticos sean particularmente desafiantes para las autoridades.

¿Cómo se caracteriza un ciberdelito?

Los ciberdelitos, también conocidos como delitos cibernéticos, son aquellos actos concretos e ilícitos que ocurren dentro de este marco más amplio. Es decir, si la ciberdelincuencia es el fenómeno general de la criminalidad digital, los ciberdelitos son las acciones específicas que la componen: el phishing, el ransomware o el robo de datos de una base de datos. Cada uno de estos es un ciberdelito individual, mientras que el patrón general de criminalidad digital constituye la ciberdelincuencia.

Tipos de ciberdelincuencia: 7 ejemplos típicos

Los delitos cibernéticos pueden estar motivados por diversas causas, ya sean económicas, cuando los delincuentes buscan extorsionar dinero; políticas, con fines de espionaje estatal; o simplemente vandálicas, buscando causar daño por el daño mismo. Esta diversidad de motivaciones requiere que los profesionales del sector comprendan tanto la tecnología como el contexto sociopolítico en el que operan los ciberdelincuentes.

Estos son algunos de los tipos de ciberdelitos más comunes:

Phishing y suplantación de identidad

El phishing es uno de los delitos cibernéticos más comunes en el panorama actual de ciberdelincuencia. Consiste en enviar mensajes de correo electrónico, mensajes de texto o hacer llamadas telefónicas fraudulentas que aparentan ser de organismos legítimos para engañar a las personas y que compartan información sensible.

Un ejemplo claro es cuando alguien recibe un correo que parece provenir de su banco solicitándole que verifique su contraseña haciendo clic en un enlace. El destinatario, sin sospechar, proporciona sus credenciales a través de un sitio web falso, permitiendo al delincuente acceder a su cuenta bancaria.

La suplantación de identidad está estrechamente vinculada y puede llevar a robo de identidad, fraude financiero y daño reputacional para las víctimas. Un ejemplo concreto: alguien utiliza los datos personales de otra persona sin su consentimiento para hacerse pasar por ella en transacciones digitales, como sacar un préstamo o solicitar un crédito.

Ransomware y secuestro de datos

El ransomware es un software malicioso que cifra los archivos o sistemas de una víctima, haciéndolos inaccesibles. Los atacantes luego exigen un rescate (ransom) para proporcionar la clave de descifrado.

Un caso ilustrativo es el de un hospital que ve bloqueados todos sus sistemas de registros de pacientes. Los ciberdelincuentes demandan un pago en criptomonedas para restaurar el acceso. Mientras tanto, los servicios médicos se ven comprometidos, demostrando que el ransomware no es solo un problema financiero, sino que puede tener consecuencias graves para la salud pública y la seguridad.

Estos ataques representan una de las amenazas más costosas para las organizaciones actuales y requieren planes robustos de recuperación ante desastres.

Robo de datos y brechas de seguridad

Las brechas de seguridad implican el acceso no autorizado a bases de datos que contienen información personal, financiera o empresarial. Los ciberdelincuentes pueden vender esta información o utilizarla para realizar fraudes posteriores.

Por ejemplo, cuando se descubre que un comercio electrónico ha sufrido un ataque que expone los datos de 100.000 clientes, incluyendo números de tarjetas de crédito. Los ciberdelincuentes pueden monetizar esta información vendiéndola a otros o utilizándola directamente para realizar compras fraudulentas.

Ciberterrorismo y ciberataques

Mientras que los delitos cibernéticos buscan beneficio económico, el ciberterrorismo y los ataques contra infraestructuras críticas tienen objetivos más amplios. Se refieren a acciones malintencionadas dirigidas a sistemas esenciales como redes eléctricas, sistemas de agua, transportes o comunicaciones, con el propósito de causar daño económico, social o político.

Un ciberataque de este tipo podría interrumpir el suministro eléctrico de una ciudad o afectar sistemas de control de tráfico aéreo. Estos ataques, aunque menos frecuentes que el phishing, tienen consecuencias potencialmente catastróficas. Profesionales especializados en seguridad crítica pueden formarse en programas como el Máster en Terrorismo Seguridad y Defensa, que ofrece una perspectiva integral sobre estas amenazas.

Fraude online

El fraude online abarca desde estafas de compra-venta en plataformas de comercio electrónico hasta esquemas piramidales organizados digitalmente. Los ciberdelincuentes utilizan técnicas de ingeniería social para manipular a las víctimas y separarse de su dinero.

Un ejemplo sencillo es cuando alguien anuncia un producto de alto valor en un marketplace, recibe el pago y nunca envía el artículo, desapareciendo posteriormente.

Ciberacoso y suplantación de identidad en redes sociales

El acoso digital, las amenazas en línea y la suplantación de identidad en redes sociales representan otra faceta de la ciberdelincuencia. Los atacantes pueden crear perfiles falsos suplantando la identidad de alguien, acosando a otras personas o difundiendo información falsa.

El ciberacoso puede tener impactos psicológicos severos en las víctimas, especialmente en menores.

Violaciones de propiedad intelectual y piratería

La ciberdelincuencia también incluye la violación de derechos de autor, la distribución ilegal de contenido protegido y el robo de secretos comerciales. Los delincuentes distribuyen software, películas, música y libros sin autorización, afectando los ingresos de creadores y desarrolladores.

Para profesionales interesados en los aspectos legales y de protección de derechos, el Máster en Propiedad Intelectual online proporciona una formación especializada en esta área.

¿Cómo se relacionan la ciberdelincuencia y la ciberseguridad?

Es importante entender que mientras la ciberdelincuencia es el delito mismo, la ciberseguridad es el conjunto de medidas y tecnologías diseñadas para prevenirlo. Aunque están relacionadas, no se tratan de lo mismo.

Las organizaciones que deseen protegerse efectivamente deben contar con profesionales capacitados en la identificación, prevención y respuesta ante ciberdelitos. Esto incluye no solo aspectos técnicos, sino también legales y éticos. De hecho, la protección de datos es un componente crítico. Si te interesa el campo de la prevención, formarte con un Máster en Protección de Datos te brindará las herramientas profesionales para abordar el cumplimiento normativo y la defensa de la información personal.

El conocimiento profundo sobre qué es la ciberdelincuencia, sus modalidades y cómo operan sus perpetradores no es solo vital para especialistas en seguridad, sino también para empresarios, gestores públicos y ciudadanos. Cuando comprendemos las amenazas a las que nos enfrentamos digitalmente, podemos tomar decisiones informadas sobre protección y privacidad. La inversión en formación especializada en este campo representa una apuesta por construir un ecosistema digital más seguro y resiliente para todos. Si deseas profundizar más en estudiar ciberseguridad, existen múltiples caminos formativos disponibles que te permitirán contribuir activamente en la lucha contra la ciberdelincuencia desde diferentes especializaciones.