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Medicina y Salud
19 abr 2023

La importancia del etiquetado en los alimentos probióticos

Editado el 19 Abr. 2023
alimentos-probioticos

Los alimentos probióticos son aquellos que contienen microorganismos vivos que, cuando se consumen en cantidades apropiadas como parte de un alimento, confieren al huésped un beneficio para la salud. Se trata de una definición ya empleada a principios de los años 2000 por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Pero, sorprendentemente, la Unión Europea no ha definido legalmente a día de hoy qué es un alimento probiótico.

Ante ese vacío legal, la propia FAO ha establecido una serie de recomendaciones a seguir en cuanto a la información que debe incluir el etiquetado de todo probiótico que salga al mercado.

En este artículo te informamos acerca de qué contenido debe estar siempre presente en los distintivos de los productos de alimentación probiótica. Si el tema te atrae lo suficiente y quieres ampliar conocimientos, siempre tienes la opción de cursar el Máster en Microbiota Humana en la Universidad Europea.

¿Qué información debe llevar el etiquetado de un probiótico?

Según las recomendaciones de la FAO, todo probiótico debería contar con un etiquetado cubriendo los aspectos que te detallamos a continuación:

  • Género, especie y cepa del probiótico: debe incluir esta información, ya que ciertos beneficios de los probióticos dependen de su pertenencia a uno u otro.
  • Mínimo número de microorganismos viables: se expresa habitualmente en Unidades Formadoras de Colonias (UFC) o CFU, si el etiquetado viene en inglés. Generalmente se expresa en miles de millones de microorganismos por dosis.
  • Caducidad y vida útil del producto: desde el mismo momento de su fabricación, el macrobiótico va perdiendo propiedades hasta un punto en el que pierde su valor mínimo.
  • Dosis sugerida: basada en la cantidad de microorganismos presentes en la posología recomendada.
  • Propiedades beneficiosas: además de indicar la cepa del probiótico, hay que indicar sus beneficios concretos.
  • Condiciones de almacenamiento: para garantizar la mejor preservación de los microorganismos presentes en los probióticos se deben incluir instrucciones para su conservación. Por ejemplo, una temperatura mínima de la que no debe bajar, un porcentaje determinado de humedad o la necesidad de refrigerarlo.
  • Contacto: datos de la empresa comercializadora del producto, aunque no haya sido la fabricante del mismo.

No son los anteriores los únicos datos que pueden ser incluidos en el etiquetado de los productos de alimentación probiótica, puesto que existen más que hacen especial referencia a las materias primas usadas en su producción.

Distintivos típicos adicionales de los probióticos

Las alergias y los hábitos alimentarios también deberían ser tenidos en cuenta en los distintivos que se le colocan a los probióticos. Entre estos elementos adicionales al etiquetado básico figuran:

  • GMP Certified: su traducción al español, NCF, indica que el producto ha sido fabricado siguiendo Normas de Fabricación Correcta. La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios se encarga de auditar los laboratorios farmacéuticos para asegurar su cumplimiento. Dichas normas incluyen:
  • Uso higiénico de ropa y flujos de personal
  • Procedimientos
  • Producción
  • Entorno de trabajo 
  • Limpieza de los equipos de producción  
  • Non GMO: certifica que no se han alterado genéticamente ninguno de los macrobióticos empleados.
  • Gluten Free: este distintivo descarta el uso de gluten en la fabricación del producto.
  • Lactose Free: este texto indica que el producto es apto para intolerantes a la lactosa.
  • 100 % vegan: en este caso se certifica la procedencia no animal de los componentes. 

Ejemplos de alimentación probiótica

La falta de regulación legal del concepto de probiótico no impide que sean empleados en la alimentación. Un producto tan básico como el yogur está creado a base de microorganismos vivos, como el Lactobacillus delbrueckii subsp. bulgaricus y Streptococcus thermophilus. La propia Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria ha reconocido los beneficios que provocan en la digestión de personas con problemas para digerir la lactosa. 

Algunos tipos de quesos cheddar, mozzarella y gouda también pueden contener probióticos en su elaboración. Pero, más allá de los lácteos, existen otros probióticos cada vez más presentes en la alimentación diaria, como el kimchi, la kombucha, el miso, los encurtidos y el kéfir. Sus beneficios a la hora de controlar el colesterol, prevenir enfermedades cardiovasculares y combatir problemas intestinales hacen de la alimentación probiótica una opción saludable a incluir en toda dieta, siempre que los hábitos de cada uno lo permitan.

Esperamos que este artículo te haya ayudado a comprender qué son los probióticos y cuáles son sus principales características. Si quieres ampliar información sobre la microbiota en la salud humana y las diferencias entre prebióticos y probióticos, entre otros temas, te invitamos a conocer la labor divulgativa de la Sociedad Española de Microbiota, Probióticos y Prebióticos.