La práctica de deporte de manera profesional no solo demanda un cuerpo bien entrenado sino también bien nutrido. De hecho, los atletas de alto rendimiento suelen tener requerimientos nutricionales específicos que varían en dependencia de su condición física y el tipo de actividad deportiva que realizan.
La alimentación es uno de los pilares principales para los deportistas de alto rendimiento, junto al entrenamiento físico, el descanso y la preparación psicológica. La alimentación y el rendimiento deportivo van de la mano ya que esta es la principal encargada de aportar al atleta la energía que necesita para realizar el esfuerzo muscular que demanda la práctica del deporte.
La dieta también aporta las sales minerales y las vitaminas necesarias para realizar la actividad física, en especial aquellas que se eliminan con mayor facilidad debido a la transpiración pero que son imprescindibles para la correcta homeostasis y la transmisión de los impulsos nerviosos. Además, una carencia de vitaminas puede disminuir la capacidad física.
El agua también desempeña un papel crucial en el deporte ya que, aunque esta representa aproximadamente el 60 % del peso corporal, el organismo posee una reserva muy pequeña, por lo que debe reponerla continuamente. El agua no solo previene la deshidratación en las prácticas deportivas que requieren un gran esfuerzo, sino que evita que la temperatura corporal aumente demasiado, algo que puede ocurrir en los deportes que demandan un gran esfuerzo muscular.
La alimentación para deportistas de alto rendimiento también proporciona el equilibrio de nutrientes necesarios para mantenerse sanos, además de contribuir a la recuperación tras los periodos de entrenamiento o competición y proporcionar las proteínas imprescindibles para mantener y/o reparar los tejidos musculares tras el esfuerzo.
El gasto energético y las necesidades nutricionales no solo varían de una persona a otra, sino que también dependen del tipo de actividad física que se practica pues no es lo mismo un deporte de fuerza o velocidad que aquellos de resistencia. Por esa razón, los deportistas de alto rendimiento deben seguir una dieta personalizada. No obstante, en líneas generales su dieta debe contener:
Durante la época de entrenamiento, un atleta podría seguir una dieta base desayunando zumo de naranja, leche entera, muesli, pan integral y mermelada. Podría merendar a media mañana con plátanos y galletas para luego comer espaguetis con tomate, filete de caballa a la plancha y una manzana. A media tarde podría merendar un yogur de fruta, copos de maíz y galletas para finalmente cenar una ensalada de arroz, lenguado a la plancha con patatas y melocotón en almíbar.
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