La Universidad Europea ha conmemorado el Día Mundial del Sida con una jornada de reflexión en torno al VIH, la sexualidad y el papel de la Psicología en el acompañamiento a las personas que viven con el virus. El encuentro, impulsado por el Departamento de psicología, ha contado con la participación de José Ángel Nozzolillo, agente de salud de la ONG Apoyo Positivo; Cristina Ferrero, profesional del servicio Info Prevención de Cruz Roja Española; y los profesores de la Universidad Europea Alba Luque y Francisco Montesinos. La sesión ha reunido a estudiantes y docentes para abordar, desde una perspectiva multidisciplinar, los retos actuales en prevención, lucha contra el estigma y atención psicológica.
Uno de los ejes de la jornada ha sido la reflexión sobre la sexualidad y la prevención de infecciones de transmisión sexual. Cristina Ferrero ha explicado de forma clara cómo se transmite el VIH y qué prácticas implican realmente riesgo. “La infección por VIH se produce solo cuando confluyen dos condiciones: un fluido con capacidad de infectar y una puerta de entrada al organismo, como una mucosa o una herida profunda”, ha señalado, recordando que “la saliva no tiene suficiente carga viral como para transmitir el virus”. A partir de esta base, ha insistido en la importancia de asumir que “todas las personas podemos correr riesgos” y de contar con información rigurosa para disfrutar de una sexualidad saludable y protegida.
El testimonio de José Ángel Nozzolillo, que vive con VIH, ha permitido poner rostro a la realidad del estigma. Ha explicado cómo los prejuicios y la desinformación pueden derivar en rechazo social, pérdida de empleo o violencia, “un daño que a veces es mayor que el propio virus, que hoy en día se controla con la medicación”. Nozzolillo ha subrayado el mensaje clave de la comunidad científica y las organizaciones de pacientes: “Si una persona toma correctamente el tratamiento antirretroviral, la cantidad de virus baja tanto que se vuelve indetectable; y cuando es indetectable, no se transmite”, ha resumido, reivindicando el derecho a una vida plena, con proyectos, pareja y familia, sin tener que ocultar el diagnóstico.
Desde la perspectiva académica, los profesores Alba Luque y Francisco Montesinos han abordado el papel de la Psicología ante el VIH. Han destacado la necesidad de que las y los futuros psicólogos trabajen sus propios prejuicios y cultiven actitudes de apertura, empatía, escucha y curiosidad para acompañar de forma ética y respetuosa a las personas que viven con el virus. El apoyo psicológico, han señalado, resulta clave para afrontar el impacto del diagnóstico, gestionar el miedo al rechazo, tomar decisiones sobre a quién contar la situación y reconstruir la autoestima.
En línea con el espíritu del Día Mundial del Sida, la jornada ha servido para recordar que la prevención, el diagnóstico temprano, el acceso al tratamiento y la defensa de los derechos de las personas con VIH son pilares inseparables para avanzar hacia el fin de la epidemia.