Gloria Ariño y Candela Bonilla, miembros del Club BiocLab han puesto de relieve en “Ciencia y Vida” la importancia de los hábitos de vida saludables para lograr una vida larga y un envejecimiento saludable
“Para tener una vida longeva es esencial tener un ambiente social que fomente un estado de felicidad”, han asegurado las estudiantes de la Universidad Europea en el programa de Europea Media “Ciencia y Vida”, donde han repasado qué tienen en común las poblaciones con una vida más longeva, las conocidas como zonas azules. Asimismo, el programa dirigido y presentado por los doctores Mariangela Tabone y Enrique Vivas, ha sido el espacio donde se han podido explicar conceptos como la epigenética, el ambioma o el telómero para ahondar en la longevidad de las personas.
“Las conocidas como zonas azules tienen en común una alimentación saludable, la práctica de actividad física diaria y el contacto con la naturaleza en un ambiente relajado orientado a la felicidad, una cuestión fundamental para la longevidad”, ha comenzado explicando la profesora en Bioquímica y Biología Celular, Mariangela Tabone, en un programa en el que las estudiantes han realizado un recorrido por las bases fundamentales para poder tener una vida longeva.
Gloria Ariño ha hecho énfasis en la influencia de la epigenética para alcanzar la longevidad: “La epigenética influencia mucho el ambiente, que es verdaderamente lo que atañe en un tema como la longevidad”. Este concepto ha sido explicado por Candela Bonilla como “la modificación del material genético, pero sin llevar una alteración subyacente de las bases y del código del propio material genético”. Como ha continuado explicando, “es crucial durante el desarrollo embrionario, durante la diferenciación celular y es capaz de variar en función del ambiente. La epigenética permite o reprime la expresión de ciertos genes sin modificar la estructura del ADN”.
El ambioma es el conjunto de elementos no genéticos, cambiantes, que rodean al individuo y que junto con el genoma determinan el desarrollo del ser humano o la aparición de una enfermedad. Para Ariño, este concepto es fundamental poque demuestra que “somos nosotros con nuestro estilo de vida y hábitos los que tenemos el control para condicionar qué tipo de vida queremos llevar. De esta manera podemos controlar mucho más de lo que pensamos el poder tener una salud plena”.
Las estudiantes también han explicado qué es el telómero, una estructura que, como han recordado “protege los cromosomas y es muy importante dentro del contexto del envejecimiento”. Como han puesto en valor, “se ha demostrado cómo el ambiente, en función de cómo sea, puede acortar esos telómeros y también al revés: si tenemos una vida plena con conexiones sociales, una buena nutrición, ese telómero puede alargarse y contrarrestar el efecto del envejecimiento de las células”.
Con la participación en actividades como esta, Gloria Ariño y Candela Bonilla han puesto en valor la importancia de clubes donde los estudiantes pueden aportar conocimiento y hacer de la experiencia universitaria un camino más enriquecedor. Como ha recordado Ariño, en el Club Bioclab, “pretendemos aglutinar a las diferentes carreras de biociencias y crear sinergias entre nosotros para favorecer el intercambio de ideas y la divulgación de la ciencia”.
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