En este evento los estudiantes han aprendido a identificar algunos signos y comportamientos de los TCA masculinos
La Universidad Europea ha recibido la visita del Doctor en Psicología Clínica e investigador del Centro de Estudios de la Conducta Alimentaria de la Escuela de Psicología de la Universidad Adolfo Ibáñez, Emilio Compte. Durante la masterclass que ha impartido, los estudiantes han aprendido a diferenciar e identificar el origen y los patrones de conducta que se repiten en los TCA masculinos y femeninos indagando en el desarrollo clínico de los TCA en varones ligados a espectros como la dismorfia muscular y corporal, “en los primeros tiempos, las mujeres eran diagnósticas con anorexia histérica, sin embargo, en el caso de los hombres, la aparición de TCAs se trataba de una problemática alimentaria nerviosa ligada a anorexia nerviosa”.
Durante la charla, Emilio Compte ha explicado a los estudiantes que en los años 90, solo 1 de cada 10 varones que llegaban a consulta por casos de restricción alimentaria eran detectados con un TCA, el 90% restante siempre eran diagnosticado con otro tipo de trastorno psiquiátrico como estrés o depresión, “en el caso de las mujeres, la problemática de la salud mental se asociaba con la aparición de conductas alimentarias purgativas. Esto ocurrió hasta que, tras muchos estudios, los expertos se dieron cuenta de que los hombres y las mujeres poseían formas diferentes de socializar con la comida”.
Asimismo, el doctor en Psicología Clínica ha hecho hincapié en que en los hombres, la restricción alimentaria posee otros fines diferentes que en las mujeres, mientras ellas intentan verse más pequeñas y poco definidas, los varones se obsesionan con la imagen de un cuerpo musculoso y definido, por ello, controlan de forma exhaustiva su índice de masa corporal. En estos casos, el sobreconsumo de ejercicio físico es un indicador fiable de las recaídas en hombres con TCAs.
Para finalizar esta masterclass sobre conductas restrictivas y aparición de TCAs masculinos, Emilio Compte se ha dirigido a los estudiantes para explicar que en los hombres, la aparición de la anorexia nerviosa se manifiesta a través de conductas de verificación y dieta restringida y que ellos se perciben a sí mismos con un autoconcepto limitado entre figura, peso y su capacidad de controlarlo, “están obsesionados con el contenido macro nutricional de los alimentos y con conductas de atracón por culpa. La anorexia inversa análoga masculina se manifiesta a través de la dismorfia corporal y la preocupación con el porcentaje de grasas porque siempre se quieren ver hipermusculados”.