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La psicoterapia es un tratamiento psicológico basado fundamentalmente en el diálogo que proporciona un ambiente comprensivo y de apoyo para identificar las causas del problema psicológico y cambiar los patrones de pensamiento y comportamientos que lo sustentan. Recurre a técnicas y métodos validados científicamente sustentados en las principales escuelas psicológicas, las cuales sirven como hoja de ruta a los psicólogos a lo largo de la terapia.
En la actualidad existen decenas de tipos de psicoterapia, desde la hipnoterapia y la terapia narrativa hasta la terapia experiencial o la terapia de juego. No obstante, la Asociación Estadounidense de Psicología reconoce cinco grandes enfoques que abarcan los diferentes tipos de psicoterapias.
Este tipo de terapia psicológica, que surgió con Sigmund Freud, ha ido enriqueciéndose con las obras de psicoanalistas como Alfred Adler, Carl Jung o Erik Erickson. Las terapias de orientación psicoanalítica y psicodinámica se caracterizan por la estrecha colaboración entre el terapeuta y el paciente en la búsqueda de los significados y motivaciones inconscientes.
El psicoanalista facilita el proceso de introspección para que la persona gane en autoconciencia. Le anima a explorar la mente inconsciente y subconsciente para que encuentre y comprenda la raíz de sus conflictos psicológicos. También le ayuda a detectar los sentimientos, emociones e impulsos reprimidos para que pueda aceptarlos, expresarlos asertivamente y mejore su calidad de vida.
Este tipo de terapia psicológica se centra en el papel del aprendizaje en el desarrollo de comportamientos normales o patológicos. El condicionamiento clásico de Ivan Pavlov y más tarde el condicionamiento operante de Burrhus Frederic Skinner sentaron las bases teóricas de este tipo de psicoterapia.
La terapia conductual suele brindar resultados rápidos porque se centra fundamentalmente en cambiar los comportamientos desadaptativos. Por eso, suele ser muy eficaz para ayudar a las personas a eliminar los hábitos nocivos y deshacerse de las adicciones desarrollando en su lugar patrones de comportamiento más positivos y saludables.
La terapia cognitiva, a diferencia de la terapia conductual, pone el énfasis en lo que piensan las personas, no en lo que hacen. Albert Ellis y Aaron Beck promovieron la idea de que los pensamientos disfuncionales, las creencias irracionales y los marcos cognitivos son los que conducen al desarrollo de emociones o comportamientos desadaptativos.
Por consiguiente, en este tipo de psicoterapia se trabaja para cambiar los pensamientos que se encuentran en la base del problema. El psicólogo orienta a las personas para que puedan identificar sus ideas disfuncionales y desarrollen pensamientos alternativos más realistas, positivos y saludables, así como mecanismos de afrontamiento adaptativos de cara al futuro.
Este tipo de terapia psicológica se enfoca en la capacidad de las personas para tomar decisiones racionales y desarrollar su máximo potencial. Abraham Maslow resaltó la importancia de la autorrealización y enfatizó el potencial humano. Confiaba plenamente en nuestra capacidad para crecer, sanar y autorrealizarnos a través de la autoexploración.
Por otra parte, Carl Rogers promovió una terapia no directiva centrada en el cliente en la que los terapeutas abandonan su rol de autoridad para centrarse simplemente en ayudar a las personas a aceptarse, descubrir lo que desean en la vida y encontrar los medios para lograrlo. Todo desde la escucha activa, empática y libre de juicios.
La terapia gestáltica desarrollada por el psicoterapeuta Fritz Perls parte del principio de que las personas son entidades completas compuestas por cuerpo, mente y alma, y se entienden mejor cuando se ven a través de sus propios ojos, no mirando hacia el pasado como propone el psicoanálisis sino centrándose en el “aquí y ahora”.
Este tipo de psicoterapia potencia la conciencia plena, la responsabilidad por uno mismo y la búsqueda de sentido. El psicólogo ayuda a las personas a explorar sus sentimientos y experiencias a través de técnicas creativas y experienciales como recreaciones guiadas, juegos de roles, trabajo corporal o el arte.
Cabe aclarar que, aunque existen diferentes tipos de terapias psicológicas, en la actualidad muchos psicoterapeutas no se atan a un enfoque específico, sino que combinan elementos, técnicas y métodos de las distintas escuelas según las necesidades de la persona y su etapa evolutiva. En esos casos se hace referencia a una terapia integradora u holística.
Si quieres ejercer como terapeuta, tendrás que cursar un Grado en Psicología en presencial en Madrid, Valencia y Alicante o online y luego especializarte. En la Universidad Europea, por ejemplo, ponemos a tu disposición nuestro Máster en Psicología Infantil y Juvenil para que te especialices en esas maravillosas etapas del desarrollo y el Máster en Psicológica de Emergencias para que puedas intervenir con seguridad y eficacia en los momentos en que las personas más lo necesitan.