El alcoholismo y la drogadicción han crecido exponencialmente en las últimas décadas, por lo que los trastornos adictivos se han reconocido por la ley como enfermedades comunes, especialmente en personas de entre 18 y 35 años. Afortunadamente, gracias a diferentes tipos de terapia, es posible recuperarse de adicciones de este tipo tras períodos prolongados de abstinencia completa.
La mayoría de las personas que necesitan terapia para superar una adicción nunca llegan a recibir ayuda. Sin embargo, entre quienes van a terapia y siguen un tratamiento, se observa una gran mejoría. Pero ¿cuáles son los tipos de terapia más efectivos?
La terapia cognitivo-conductual está enfocada en la gestión de los pensamientos negativos, y está diseñada para que el paciente vea sus problemas con mayor claridad. En las terapias cognitivas conductuales, el especialista trata de ayudar a los adictos a superar todo aquello que les provoca angustia y emociones excesivas, y a entender su adicción como una enfermedad.
Este modelo de tratamiento está indicado para aquellas personas a las que su adicción les provoca depresión, ansiedad e ira. Con la terapia cognitiva conductual, les ayudaremos a ser más resolutivas en situaciones exigentes o de estrés.
Otra de las consecuencias de la adicción es la alteración del funcionamiento cerebral. Por eso, en algunos casos, se puede recurrir a la terapia de rehabilitación cognitiva, que tradicionalmente ha estado asociada a otras enfermedades como la esquizofrenia, el alzhéimer o el daño cerebral. Cuando se utiliza en pacientes de este tipo, el objetivo es restaurar funciones que se han visto afectadas por la adicción, como la capacidad de participación, la autoconciencia, la autoestima, etc.
Ayudar a un paciente a recuperar totalmente su capacidad cognitiva puede ayudar a prevenir recaídas. Además, estas sesiones son una oportunidad idónea para presentar el aprendizaje como algo positivo y ayudar a las personas a alcanzar pequeñas metas. Se emplean actividades didácticas, experienciales, procedimentales y psicosociales.
La terapia ocupacional se utiliza con personas que tienen problemas de participación dentro de su entorno, por lo que también es común su uso en pacientes con adicción. Se pretende que puedan desempeñar actividades cotidianas de forma independiente y autónoma, para lo cual se trabaja con ellos la plasticidad neuronal.
Este tratamiento sirve para eliminar pensamientos negativos que puedan surgir durante la recuperación, y también para incorporar hábitos saludables en la rutina. De un modo algo reduccionista, podemos decir que el objetivo del psicólogo en estos casos es el de “mantener ocupado” al paciente.
Aunque hemos hablado de terapias para la adicción en general, no podemos olvidar que cada trastorno adictivo tiene sus particularidades. En el caso concreto del alcoholismo, por su propia naturaleza, la terapia que mejor funciona es la cognitiva conductual, pero hay otras alternativas que se usan de forma muy común:
Para la adicción al juego, las mejores terapias de adicción son la conductual o la cognitivo conductual, llevadas a cabo por un especialista en ludopatía. Se basan en una exposición controlada al comportamiento que el paciente debe desaprender —en este caso, el juego—, y le enseñan a reducir el impulso.
Para la adicción a los estupefacientes, tanto las terapias anteriores como la terapia motivacional y psicodinámica/interpersonal consiguen resultados muy positivos. Es una de las enfermedades por adicción más complicadas de tratar, pero con una tasa de rehabilitación muy alta.
Uno de los principales problemas que nos encontramos al tratar con pacientes adictos es la falta de motivación para abandonar la adicción. Por esta razón, los profesionales deben pulir habilidades específicas y ser capaces de:
Sin duda, este es un tema delicado al que hay que dedicar mucha paciencia y esfuerzo. Pero si te interesa dedicarte a ello profesionalmente, no dudes en echarle un vistazo al Grado en Psicología online de la Universidad Europea (también, disponible en formato presencial en Madrid, Valencia, Alicante y Canarias) y a nuestros masters en Psicología.