
Imagina que has invertido tiempo y recursos en un proyecto importante —abrir tu propio negocio, solicitar una beca para estudiar o tramitar una autorización urbanística— y de pronto recibes una negativa que consideras injusta. ¿Qué haces? El recurso de alzada es la herramienta legal que puede cambiar esta situación, convirtiéndose en el mejor aliado cuando una administración pública no responde a tus expectativas.
Si ya tienes formación en derecho y quieres especializarte en el ejercicio profesional de la abogacía para dominar estos y otros recursos jurídicos, el Máster en Abogacía online de la Universidad Europea te ofrece las competencias necesarias. En este artículo analizamos qué es un recurso de alzada y explicamos cómo y cuándo presentarlo. También te ofrecemos varios ejemplos prácticos que te ayudarán a comprender su funcionamiento real.
El recurso de alzada es un mecanismo administrativo que permite impugnar resoluciones o actos dictados por órganos jerárquicamente inferiores cuando no se ha agotado la vía administrativa. Es decir, se utiliza cuando aún existe un superior jerárquico dentro del mismo órgano o administración que pueda revisar y modificar la resolución recurrida.
Este recurso está regulado por la Ley 39/2015, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas, y es una herramienta fundamental para proteger los derechos de las personas frente a decisiones que consideran incorrectas o injustas.
El recurso de alzada puede interponerse:
- Ante el órgano que dictó el acto impugnado: este órgano deberá remitirlo al órgano superior jerárquico competente para resolverlo
- Directamente ante el órgano superior jerárquico que debe resolver el recurso
Puede presentar un recurso de alzada cualquier persona física o jurídica que se vea afectada por una resolución administrativa. Esto incluye tanto a ciudadanos particulares como a empresas, organizaciones o profesionales del derecho que actúen en representación de sus clientes.
El plazo para presentar un recurso de alzada varía según el tipo de acto administrativo:
Una vez presentado el recurso, la administración tiene un plazo máximo de tres meses para resolverlo. Si transcurre ese tiempo sin respuesta, se considera que el recurso ha sido desestimado por silencio administrativo, lo que habilita al interesado para acudir a la vía contencioso-administrativa.
Para comprender mejor su aplicación, estos son algunos casos donde se utiliza este tipo de recurso:
El proceso para presentar este recurso es sencillo, pero debe cumplir ciertos requisitos formales para que sea admitido.
El recurso de alzada se puede presentar a través de:
La posibilidad de presentar un recurso de alzada telemáticamente ha facilitado mucho este procedimiento, ya que permite a los usuarios enviar su documentación desde cualquier lugar. Esta modalidad requiere contar con un certificado digital o sistema de identificación válido como Cl@ve.
Dominar procedimientos como el recurso de alzada requiere una combinación de conocimiento teórico y experiencia práctica. Y, es que, ser abogado implica desarrollar una sólida capacidad de análisis y acción, habilidades que solo se adquieren mediante una formación especializada. El Máster en Abogacía de la Universidad Europea, que también puedes estudiar en Valencia y en Madrid, ofrece este enfoque práctico y mantiene una estrecha conexión con el mundo profesional, preparándote para los desafíos reales de la práctica jurídica.
En definitiva, el recurso de alzada es mucho más que un trámite administrativo: es la materialización del derecho ciudadano a cuestionar las decisiones de la administración. Si eres abogado y quieres especializarte en las ramas del derecho que existen actualmente, puedes consultar los diferentes masters en Derecho de la Universidad Europea y especializarte en el área que más te interese.