
La figura del usufructuario genera frecuentes dudas en el ámbito jurídico inmobiliario, especialmente cuando se aborda desde una perspectiva teórica y práctica. En términos simples, un usufructuario es aquella persona que tiene el derecho legal de usar y obtener beneficios económicos de un bien, sin ser propietaria.
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Un usufructuario es aquella persona que, sin ser propietaria de un bien, tiene el derecho legal de usarla y disfrutar de sus beneficios. Esta figura jurídica se enmarca dentro del usufructo, un derecho real que permite el uso y disfrute de bienes ajenos manteniendo su forma y sustancia.
Por otro lado, el nudo propietario mantiene la titularidad dominical pero no puede ejercer plenamente sus derechos de uso hasta que termine el usufructo.
El usufructo presenta características específicas que lo distinguen de otros derechos reales:
Vemos que la relación entre usufructuario y nudo propietario crea una situación jurídica compleja donde coexisten dos derechos sobre el mismo bien, complementándose el concepto de nuda propiedad con el del usufructo.
Los derechos del usufructuario están claramente establecidos en la legislación civil y constituyen la esencia del usufructo.
El usufructo puede extinguirse por diversas causas: cumplimiento del plazo establecido, muerte del usufructuario, renuncia expresa, o consolidación cuando la misma persona reúne las cualidades de usufructuario y nudo propietario.
Al extinguirse el usufructo, deberá entregar el bien al nudo propietario en las mismas condiciones en que lo recibió, salvo el deterioro natural por el uso normal y el paso del tiempo.
La figura del usufructuario representa una institución jurídica compleja que requiere un conocimiento profundo. La correcta comprensión de estos conceptos no solo resulta fundamental para profesionales del derecho, sino también para ciudadanos que puedan verse involucrados en situaciones de usufructo.