Gestión financiera: qué es, cómo funciona y por qué es tan importante en una empresa

La gestión financiera es uno de los pilares que sostiene el funcionamiento de cualquier empresa. Abarca decisiones que afectan a la liquidez, la inversión, la financiación y la capacidad de una organización para crecer sin poner en riesgo su futuro. No se trata solo de números, implica analizar recursos, anticipar necesidades y elegir la opción que permite mantener la actividad diaria con estabilidad.

En este artículo explicaremos qué es la gestión financiera, cuáles son sus funciones, en qué se diferencia de la gestión económica y qué beneficios aporta a las empresas actuales. Si te planteas estudiar el Grado en Economía de la Universidad Europea o estás valorando cursar nuestro Máster en Dirección Financiera online (o en modalidad presencial en Madrid y Valencia), esta información te ayudará a comprender mejor el papel que tiene en el día a día de una compañía.

¿Qué es la gestión financiera?

La gestión financiera consiste en planificar, organizar, dirigir y controlar las actividades relacionadas con el capital de la empresa. Su objetivo estratégico es optimizar los recursos, reducir los riesgos y garantizar la estabilidad y el crecimiento sostenible mediante decisiones financieras informadas.

Según los expertos, la gestión financiera combina previsión, control y análisis para mantener la estabilidad económica, maximizar beneficios y reducir riesgos.

Funciones principales de la gestión financiera

Planificación financiera

La empresa debe anticipar los ingresos, los gastos y las necesidades para cada periodo. Esta función organiza la información mediante presupuestos y previsiones, definiendo objetivos concretos como el nivel máximo de endeudamiento o el capital disponible para nuevos proyectos.

Tesorería y gestión del capital de trabajo

Se encarga de controlar y planificar cuidadosamente el flujo de caja, asegurando que la empresa tenga siempre fondos suficientes para cubrir gastos operativos y aprovechar oportunidades de inversión. Una buena gestión del capital de trabajo puede aumentar la rentabilidad y evitar problemas financieros que afectan hasta al 60 % de las empresas que crecen.

Financiación

Determina de dónde provendrá el capital: fondos propios (socios, beneficios retenidos, etc.) o financiación externa (préstamos, líneas de crédito, emisión de bonos, etc.). Busca la combinación más adecuada para reducir riesgos y favorecer el crecimiento empresarial.

Inversión

Las empresas invierten en maquinaria, tecnología, expansión, innovación o formación. Antes de decidir, se analizan indicadores como el valor actual neto (VAN), la tasa interna de retorno (TIR) o el plazo de recuperación (payback) para evaluar costes, beneficios, plazos de recuperación, rentabilidad y riesgos, orientando decisiones estratégicas.

Control económico-financiero

Utiliza ratios financieros como la liquidez corriente, la rentabilidad sobre los activos (ROA), la rentabilidad sobre el patrimonio (ROE), el endeudamiento o la rotación de activos para medir el rendimiento. Esta función conecta lo planificado con lo ejecutado, permitiendo detectar desviaciones a tiempo.

Gestión del riesgo financiero

Identifica riesgos relacionados con tipos de interés, impagos, volatilidad de mercado, cambios de divisas o fluctuaciones en la demanda. Para mitigarlos, se aplican herramientas como coberturas, diversificación, seguros y provisiones.

Gestión económica y financiera: ¿qué diferencias hay?

Aunque suelen mencionarse juntas, no significan lo mismo:

• La gestión económica analiza la actividad productiva de la empresa: ingresos, costes, márgenes y eficiencia. Evalúa si el modelo de negocio produce valor.
• La gestión financiera se centra en el dinero que hace posible esa actividad: liquidez, financiación, pagos, inversión y riesgo.

Ambas se necesitan. Una empresa puede tener márgenes altos y, aun así, caer en falta de liquidez si la gestión financiera falla.

¿Por qué la gestión financiera marca la diferencia en una empresa?

Un negocio que controla su gestión financiera:

• Garantiza la liquidez necesaria para que la empresa cumpla sus compromisos en tiempo y forma, se adapte a cambios del mercado y financie su crecimiento. Estudios recientes muestran que las empresas que gestionan bien su liquidez tienen hasta un 40% más de probabilidades de superar crisis económicas.
• Decide mejor qué proyectos impulsar y cuáles descartar.
• Encuentra fuentes de financiación adecuadas a su estructura.
• Mantiene una estabilidad que le permite crecer sin poner en peligro su solvencia.
• Detecta problemas antes de que se conviertan en crisis.

En un contexto con tipos de interés cambiantes y competencia global, la gestión financiera se ha convertido en un área estratégica para la supervivencia y expansión de cualquier compañía y organización.

Buenas prácticas en gestión financiera

Para garantizar una gestión financiera eficiente y estratégica, es fundamental implementar estas buenas prácticas:

• Realizar revisiones periódicas y detalladas de los presupuestos para ajustar las previsiones según la realidad del negocio.
• Mantener actualizadas las previsiones de tesorería para anticipar posibles desajustes en el flujo de caja y tomar decisiones oportunas.
• Analizar el coste real del endeudamiento y comparar alternativas de financiamiento para optimizar los recursos financieros.
• Definir límites claros para niveles de endeudamiento e inversión que se ajusten a la capacidad financiera y a los objetivos de la empresa.
• Adoptar herramientas digitales avanzadas como software ERP y plataformas de análisis financiero facilita el seguimiento en tiempo real del flujo de caja y la toma de decisiones oportunas.
• Evaluar los proyectos de inversión con criterios cuantitativos rigurosos y alineados a la estrategia empresarial.
• Revisar los estados financieros con una visión crítica, identificando desviaciones fundamentales y tomando acciones correctivas oportunas.

Riesgos frecuentes cuando la gestión financiera falla

Los fallos en la gestión financiera pueden desencadenar problemas graves que afectan la supervivencia de la empresa:

• Insuficiencia de liquidez, ya sea puntual o sostenida, que limita la capacidad para cubrir obligaciones inmediatas.
• Endeudamiento excesivo o mal gestionado, que incrementa el riesgo financiero y puede restringir la flexibilidad operativa.
• Acumulación de proyectos poco rentables, erosionando la rentabilidad global y consumiendo recursos innecesariamente.
• Deterioro de la confianza ante inversores, bancos y proveedores, afectando la imagen corporativa y acceso a financiamiento.
• Riesgo elevado de insolvencia ante condiciones económicas adversas o imprevistos financieros.

¿Qué aporta estudiar Economía o un Máster en Gestión Financiera?

La formación académica en estas áreas es fundamental para desarrollar competencias que demandan las empresas en el entorno actual:

• El Grado en Economía dota de una base analítica, comprensión profunda de los mercados y habilidades cuantitativas indispensables para interpretar indicadores financieros y económicos con rigor.
• El Máster en Dirección y Gestión Financiera ofrece conocimientos especializados en modelización financiera, control de gestión, valoración de inversiones, análisis de riesgos y dirección estratégica. Este posgrado está diseñado para preparar profesionales capaces de liderar la gestión financiera en diversos sectores.

Estos perfiles son altamente valorados en banca, auditoría, consultoría, análisis de riesgos y departamentos financieros de empresas. Asimismo, cuentan con una alta empleabilidad y muchas perspectivas de crecimiento profesional.

Resumen de este artículo sobre gestión financiera

• La gestión financiera organiza los recursos monetarios de una empresa para operar y crecer.
• Sus tareas incluyen planificación, tesorería, financiación, inversión, control y gestión del riesgo.
• No es lo mismo que gestión económica, pero ambas son interdependientes.
• Una buena gestión financiera proporciona liquidez, estabilidad y capacidad de acción.
• Estudiar Economía o un posgrado en Finanzas te prepara para asumir roles estratégicos de gran impacto.

Si quieres orientar tu carrera hacia áreas con proyección real, la gestión financiera es una opción sólida. El Grado en Economía y el Máster en Dirección y Gestión Financiera de la Universidad Europea pueden darte las herramientas necesarias para avanzar con seguridad.