La estimulación ovárica se lleva a cabo cuando una mujer desea ser madre a través de la reproducción asistida. Esta puede desarrollarse mediante técnicas de inseminación artificial (IA) o a través de la fecundación in vitro (FIV). Además, este tratamiento es esencial en casos de donación o preservación de óvulos.
La estimulación ovárica se lleva a cabo por medio del suministro de medicamentos como hormonas gonadotropinas (por ejemplo, la gonadotropina coriónica humana o hCG), que estimulan y multiplican la producción de óvulos. Según el Instituto Valenciano de Infertilidad (IVI), su tasa de éxito se sitúa por encima del 60 % cuando se aplica a técnicas de FIV.
Estos son datos que conocen con precisión los estudiantes del Máster en Biología y Reproducción Asistida de la UE. Si tú también quieres descubrir más acerca de la estimulación ovárica, te recomendamos seguir leyendo este artículo.
Ya tienes una primera idea de qué es la estimulación ovárica. Sin embargo, para poder entender las fases que se han de llevar a cabo en este proceso debes saber cómo funciona el ovario.
Los ovarios son las glándulas femeninas encargadas de producir los óvulos y las hormonas sexuales. Su estructura encuentra su origen en los folículos, que contienen en su interior óvulos. Durante el ciclo menstrual el ovario de la mujer libera un óvulo.
Este tratamiento de reproducción asistida se encarga de estimular el ciclo menstrual para que la producción de óvulos se multiplique. Así, aumentan las posibilidades de fecundarlos. Entrando más en detalle, la estimulación ovárica consiste en tres fases:
Cuando transcurren 36 horas desde que se inyecta el tratamiento se debe realizar una punción ovárica. Esta supone la extracción de los óvulos que hayan adquirido el tamaño adecuado para poder ser fecundados con posterioridad. Para asegurar el éxito, se seleccionan los mejores espermatozoides de una muestra tomada al futuro padre o donante de esperma.
En los protocolos más cortos, la fase de desarrollo folicular tiene una duración aproximada de 10 días. Sin embargo, puede ampliarse hasta 21 días en los protocolos largos. En estos últimos casos, el periodo de toma de medicamentos y la administración de inyecciones también se dilata.
Entre la tipología de medicamentos que se administran en la estimulación ovárica se diferencian hasta cuatro variantes:
En muchas mujeres el consumo de estos fármacos puede derivar en ciertos síntomas compartidos con el síndrome premenstrual tales como: hinchazón abdominal, subida de peso, cambios de humor y sensación de presión en los ovarios.
Como parte del desarrollo folicular, la paciente debe acudir varios días a la semana (idealmente cada 48 horas) a consulta. De este modo, es posible analizar el crecimiento de los folículos a través de ecografías y determinar el día concreto en el que se va a realizar la punción ovárica.
Antes de que se produzca la ovulación, y cuando los folículos alcanzan el tamaño apropiado para ser fecundados con la mayor garantía de éxito posible, estos se extraen.
La finalidad de la estimulación ovárica no es otra que realizar una transferencia embrionaria con los óvulos fecundados. De este modo, pueden crecer en el interior de la mujer posibilitando el desarrollo del embarazo.
La estimulación ovárica se convierte en la alternativa perfecta para muchas mujeres que quieren ser madres y no pueden hacerlo de forma natural. Por su parte, la Sociedad Española de Fertilidad indica que en torno al 16 % de las parejas presentan problemas para lograr la fecundación, siendo por tanto una excelente opción para ellos también. Finalmente, son muchas las personas que muestran su deseo de ayudar a los demás para poder ser padres y que se decantan por la donación ovárica.
Ya sabes en qué consiste el tratamiento de estimulación ovárica. Si quieres convertirte en especialista en asistencia clínica e investigación en reproducción asistida, no dudes en consultar nuestras opciones de formación como los Másters de Salud y Biomédicas especializados en esta área de conocimiento.