¿Qué es la prevención de lesiones en el deporte?

Una lesión puede afectar gravemente el rendimiento de los deportistas, sean amateurs o profesionales. Por ello, cada vez son más quienes buscan la forma de prevenir estas lesiones o sanarlas una vez ocasionadas.

En los últimos años, la demanda de profesionales cualificados para el reacondicionamiento deportivo ha aumentado con creces. Si te interesa formarte en esta área, puedes adquirir todas las competencias necesarias con nuestro Máster en Readaptación Deportiva online.

Por ahora, centrémonos en conocer las distintas lesiones deportivas que existen y cómo podemos prevenirlas.

¿Qué tipos de lesiones deportivas hay?

Muchas lesiones se producen al practicar un deporte o al realizar un ejercicio físico. Más concretamente, pueden deberse a una mala postura, una caída o un accidente. En ocasiones, esto sucede sencillamente porque desconocemos los hábitos adecuados para practicar un deporte.

Las lesiones se pueden clasificar según la localización del daño:

• Lesiones musculares: suelen producirse en deportes con movimientos explosivos y repetitivos, como saltar o levantar pesas. Ocurren cuando el músculo se estira o se desgarra debido a una tensión excesiva o mala postura. Los tirones o distensiones son algunos ejemplos.
• Lesiones de ligamentos: son comunes en deportes de contacto, como el rugby o el baloncesto. Los ligamentos se dañan por una torsión o un impacto en la articulación, como sucede en los esguinces de tobillo o rodilla, dos de las lesiones de fútbol más habituales.
• Lesiones de tendones: surgen a partir de la inflamación o degeneración de los tendones. La tendinitis o tendinosis son habituales en deportes que requieren movimientos repetitivos, como el tenis o la natación.
• Lesiones de huesos: las fracturas o luxaciones tienen lugar cuando el hueso se rompe o se sale por una fuerza traumática, como un impacto.
• Lesiones de piel y tejidos blandos: se producen por un impacto o fricción con la piel. Son típicas en los deportes que implican caídas, como el patinaje o el ciclismo. Entre las lesiones deportivas más comunes de esta categoría, destacan las abrasiones. 

¿Cómo prevenir las lesiones deportivas?

Aunque algunas lesiones son más habituales en ciertos deportes, ninguna práctica deportiva está libre de riesgo. Por ello, es importante tomar medidas preventivas y buscar tratamiento si se producen.

Las lesiones causadas por accidentes son más imprevisibles y difíciles de controlar. Sin embargo, reforzar y garantizar una buena práctica del deporte es una de las mejores herramientas de prevención de lesiones deportivas.

A continuación, te indicamos algunas pautas a seguir si quieres reducir el riesgo de sufrirlas:

1. Realizar un calentamiento adecuado: esto te ayudará a preparar el cuerpo para la actividad física.
2. Usar equipo de protección: este variará en función del deporte, pudiendo incluir cascos, espinilleras, rodilleras y guantes.
3. Incrementar la intensidad y el volumen del entrenamiento de forma gradual: de esta manera, permitimos al cuerpo adaptarse al nuevo nivel de esfuerzo.
4. Mantener una buena condición física: es recomendable mantener unos hábitos saludables. Por ejemplo, puedes realizar terapia física en el deporte.
5. Descansar adecuadamente: para permitir que el cuerpo se recupere y así prevenir las lesiones por fatiga o sobreentrenamiento.
6. Mantener una buena técnica deportiva: lo que reduce las probabilidades de sufrir lesiones relacionadas con las malas postura o movimientos.

Además, es importante entender que cada deporte presenta unos riesgos y requerimientos. Por ello, resulta fundamental contar con el asesoramiento de un experto que pueda proporcionarnos pautas personalizadas y hacer seguimiento de nuestros entrenamientos. Formaciones como el Máster en Fisioterapia Deportiva en Madrid o el Máster en Fisioterapia Deportiva online de la Universidad Europea te preparan para ejercer este rol (en nuestra web encontrarás más información sobre diferentes masters de Deporte).

¿Qué hacer ante una lesión? Pasos a seguir

Reducir el riesgo de sufrir una lesión a cero es altamente improbable, por lo que debemos ser capaces de saber actuar si se produce. A continuación, te explicamos qué pasos puedes seguir para favorecer tu recuperación:

1. Aplicar hielo: realizar esta acción en la zona afectada durante 15-20 minutos cada 2-3 horas durante las primeras 72 horas reducirá la inflamación y el dolor.
2. Descansar la zona afectada: esto permite la recuperación y disminuye el riesgo de complicaciones adicionales.
3. Elevar la zona afectada por encima del nivel del corazón: esta acción también disminuye la inflamación.
4. Consultar a un profesional médico: este te brindará un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado.
5. Realizar rehabilitación: si la lesión lo requiere, hacer terapia con un fisioterapeuta puede mitigar el daño (aprende más sobre readaptación deportiva o return to play en nuestra entrada dedicada a ello).

Como ves, si bien realizar ejercicio físico es fundamental para nuestra salud, debemos asegurarnos de hacerlo correctamente. La prevención y rehabilitación de lesiones es, por tanto, una gran herramienta para mejorar nuestro acondicionamiento físico.