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Metodologías activas: qué son, tipos y ejemplos prácticos

Educación

Actualizado el 28 de Octubre de 2025
estudiantes de secundaria a la salida del instituto

Cada vez más docentes buscan fórmulas que aumenten la participación del alumnado y hagan que el aprendizaje sea significativo. Las metodologías activas se han convertido en una de las herramientas más eficaces para conseguirlo. Estas estrategias implican al estudiante en su propio proceso de aprendizaje y transforman la manera de enseñar, tanto en educación obligatoria como en etapas superiores.

En este artículo, explicamos qué son las metodologías activas, cuáles son sus principales tipos y características, y ofrecemos ejemplos de aplicación que puedes adaptar a tu aula. Está dirigido a quienes desean avanzar profesionalmente cursando el Máster en Metodologías Activas o el Curso en Innovación Educativa de la Universidad Europea, programas diseñados para formar docentes capaces de innovar con seguridad y criterio pedagógico.

¿Qué son las metodologías activas?

Las metodologías activas son modelos pedagógicos que sitúan al alumnado en el centro del proceso de enseñanza-aprendizaje. En lugar de recibir pasivamente la información, el estudiante participa, explora, reflexiona y aplica lo que aprende a contextos reales. El profesor deja de ser la única fuente de conocimiento, en su lugar actúa como guía que acompaña y orienta el aprendizaje.

En este modelo, aprender implica hacer: experimentar, analizar, crear, comunicar y evaluar. Este tipo de aprendizaje parte de problemas o situaciones, promueve la colaboración y desarrolla competencias transversales como la autonomía, el pensamiento crítico o la creatividad.

En la práctica, el cambio principal está en la estructura de la clase: el docente diseña actividades en las que los estudiantes deben construir respuestas, proponer soluciones o elaborar productos. De este modo, la información se convierte en conocimiento a través de la experiencia.

En resumen, las metodologías activas convierten el aula en un entorno de aprendizaje vivo, donde el alumnado se convierte en protagonista y el docente en facilitador.

Tipos de metodologías activas

Existen muchas formas de aplicar la participación en el aula. A continuación, presentamos los tipos de metodologías activas más utilizadas, junto con ejemplos sencillos que muestran cómo funcionan en la práctica.

1. Aprendizaje basado en proyectos (ABP)

El aprendizaje basado en proyectos propone que los alumnos trabajen durante un periodo determinado para resolver una pregunta o crear un producto concreto. Cada proyecto combina contenidos de varias áreas y culmina con una presentación o resultado visible.

  • Ejemplo: en una asignatura de ciencias, los estudiantes diseñan una campaña para reducir el consumo de plástico en el centro educativo. Deben investigar, elaborar materiales y exponer sus conclusiones ante el resto del grupo.

Esta metodología fomenta la organización, el trabajo en equipo y la responsabilidad compartida. Además, permite evaluar el proceso y el resultado final.

2. Aprendizaje basado en problemas (ABPBL o PBL)

En este caso, el aprendizaje parte de un problema auténtico que los alumnos deben analizar y resolver. El objetivo es que aprendan a analizar, buscar información, debatir y argumentar sus conclusiones.

  • Ejemplo: en formación sanitaria, los estudiantes reciben un caso clínico que deben diagnosticar y resolver mediante investigación y razonamiento.

Este modelo es muy útil para desarrollar habilidades de análisis y toma de decisiones. Por eso, se emplea con frecuencia en carreras científicas, técnicas y sanitarias.

3. Flipped classroom o aula invertida

En el aula invertida, el contenido teórico se trabaja fuera del aula mediante vídeos, lecturas o materiales interactivos. El tiempo presencial se reserva para la práctica, la discusión o la resolución de dudas. Así, el alumnado llega preparado y puede aplicar lo aprendido de inmediato.

  • Ejemplo: los alumnos visualizan una breve lección sobre energía renovable antes de clase y, durante la sesión, elaboran propuestas para mejorar la eficiencia energética del centro.

Este modelo mejora la participación y permite al docente atender mejor las necesidades de cada estudiante.

4. Aprendizaje cooperativo

El aprendizaje cooperativo organiza la clase en grupos pequeños donde cada estudiante asume una responsabilidad específica. Todos trabajan para alcanzar un objetivo común y el éxito depende del esfuerzo colectivo.

  • Ejemplo: en una actividad tipo “rompecabezas”, cada alumno investiga un apartado de un tema y luego enseña esa parte a su grupo. De este modo, todos aprenden de todos.

Esta metodología desarrolla la comunicación, la empatía y la resolución de conflictos en el aula, y genera un ambiente positivo en el aula.

5. Gamificación

La gamificación educativa incorpora dinámicas de juego en el proceso educativo. No se trata de jugar por jugar, sino de utilizar elementos como puntos, niveles o recompensas para motivar al alumnado y fomentar la participación constante.

  • Ejemplo: cada vez que un grupo completa una tarea o demuestra una competencia, obtiene insignias digitales que puede canjear por privilegios académicos.

Esta estrategia favorece la implicación y la constancia, y puede adaptarse fácilmente a cualquier nivel educativo.

6. Design thinking o pensamiento de diseño

El design thinking en educación traslada al aula una metodología de innovación usada en empresas y organizaciones. Se basa en cinco fases: empatizar, definir, idear, prototipar y testear. Permite generar soluciones creativas a problemas reales.

  • Ejemplo: los estudiantes analizan cómo mejorar los espacios de descanso del colegio, entrevistan a compañeros y diseñan una propuesta de mejora que presentan a la dirección del centro.

El proceso estimula la creatividad y la empatía.

7. Aprendizaje-servicio (ApS)

El aprendizaje-servicio combina la formación académica con una acción solidaria. El alumnado aprende contenidos al tiempo que realiza una aportación real a la comunidad.

  • Ejemplo: estudiantes de un ciclo de dietética elaboran menús equilibrados para un comedor social y explican sus beneficios nutricionales.

Este tipo de proyectos fortalecen el compromiso social y refuerzan el sentido del aprendizaje.

El impacto y la evidencia científica de las metodologías activas

Las metodologías activas se han consolidado como una alternativa eficaz a la enseñanza tradicional. No solo mejoran la comprensión, sino también la actitud hacia el aprendizaje y la retención del conocimiento a largo plazo.

En 2022, un estudio internacional publicado en Higher Education reveló que el aprendizaje activo mejora el rendimiento medio de los estudiantes universitarios en casi medio punto de desviación estándar frente a quienes siguen métodos tradicionales.

En educación secundaria, proyectos europeos como Active Learning in Schools (ALS, Erasmus+) han demostrado que la implicación del alumnado aumenta y las tasas de abandono disminuyen cuando el aula se convierte en un espacio participativo.

En España, el Ministerio de Educación y Formación Profesional promueve la implantación de metodologías activas dentro del marco de la LOMLOE 2020, que orienta el currículo hacia el desarrollo de competencias. Cada vez más centros incorporan proyectos interdisciplinares, aprendizaje por retos y metodologías basadas en la cooperación, lo que ha impulsado la formación docente especializada en este ámbito.

En definitiva, los datos confirman que estas metodologías mejoran el aprendizaje y favorecen una educación más conectada con la realidad y con las competencias del siglo XXI.

¿Cómo aplicar las metodologías activas? Paso a paso

Implementar adecuadamente las metodologías activas requiere planificación. Estos son los pasos básicos para empezar:

  1. Define los objetivos de aprendizaje: determina qué quieres que el alumnado aprenda y qué evidencias mostrarán ese aprendizaje. Cuanto más concretos sean los objetivos, más fácil será evaluarlos.
  2. Selecciona la metodología más adecuada: elige en función del contenido, la edad del alumnado, los recursos disponibles y el tiempo. No es necesario aplicar una sola; muchas veces se combinan.
  3. Diseña la tarea o proyecto: explica claramente qué deben hacer los estudiantes, qué entregables se esperan y qué criterios se usarán para evaluar su trabajo.
  4. Prepara los recursos: reúne materiales, plataformas digitales o guías que ayuden a organizar el trabajo y faciliten la autonomía.
  5. Aplica y observa: durante la actividad, guía al alumnado, resuelve dudas y fomenta la reflexión. Al terminar, dedica tiempo a analizar lo que ha funcionado y lo que puede mejorarse.
  6. Evalúa y comparte resultados: usa rúbricas de evaluación o autoevaluaciones para que los estudiantes comprendan su progreso. Compartir las conclusiones con otros docentes ayuda a mejorar futuras experiencias.

Adoptar estas prácticas requiere un cambio de mentalidad, pero los resultados compensan el esfuerzo. Las metodologías activas transforman la dinámica del aula y convierten el aprendizaje en una experiencia significativa y duradera.

Conclusión

En conclusión, las metodologías activas promueven un modelo educativo más participativo, inclusivo y conectado con la realidad del alumnado. Favorecen la comprensión, la autonomía y el desarrollo de competencias, y se han consolidado como una herramienta eficaz para innovar en el aula. Cada docente puede adaptarlas a su contexto y combinar distintas estrategias para enriquecer el proceso educativo.

  • Definición: estrategias que implican al alumnado en su propio aprendizaje.
  • Tipos principales: ABP, PBL, aula invertida, aprendizaje cooperativo, gamificación, design thinking y aprendizaje-servicio.
  • Impacto: mejora del rendimiento, motivación y desarrollo competencial.
  • Aplicación: planificación por objetivos, tareas significativas y evaluación competencial.

Conoce cómo aplicar estas metodologías de forma profesional y práctica con el Máster Universitario en Metodologías Activas o el Curso Universitario en Innovación Educativa y Metodologías Activas de la Universidad Europea.


Artículo publicado el 5 de Abril de 2023