¿Qué es la Kinesoterapia?

Los amantes del deporte, quienes están preocupados por cuidar la mente, pasando por expertos en nutrición, ejercicio físico o salud mental, parecen coincidir en la importancia de cuidar el cuerpo y la mente con el fin de conseguir una calidad de vida óptima.

En el caso del bienestar físico, la combinación de una dieta equilibrada y una rutina de ejercicio parecen dos de las claves para conseguirlo siempre y cuando se haga de manera correcta o acompañado de profesionales.

Disciplinas como la fisioterapia, que puede estudiarse en la Universidad Europea a través del Grado en Fisioterapia de Madrid, ayudan a prevenir posibles lesiones o curarlas en el caso de que ya existan. Además, a lo largo de los últimos años cada vez se ha incrementado más la implementación de estas disciplinas dentro de planes de tratamiento que explicaremos en más profundidad a continuación.

¿En qué consiste la kinesioterapia?

La kinesioterapia es una práctica que forma parte de la disciplina de la fisioterapia (descubre cuáles son las salidas profesionales de fisioterapia si te interesa trabajar en esta importante rama de la salud).

La fisioterapia se perfila como una alternativa terapéutica alejada de los fármacos que sirve para diagnosticar, prevenir y tratar síntomas de múltiples dolencias mediante un ejercicio terapéutico que utiliza técnicas de calor, frío, luz y agua, entre otras.

Por su parte, la kinesioterapia se encarga exclusivamente de tratar lesiones y enfermedades a través del movimiento.

El origen de la palabra proviene del vocablo “kinesis”, que significa movimiento, y del sufijo -terapia, por lo que su significado etimológico es literalmente “terapia de movimiento”.

Existen diferentes tipos de kinesioterapia, aunque, en general, esta disciplina se caracteriza principalmente por utilizar una serie de movimientos y técnicas diversas basadas en la fuerza o el uso de aparatos e implementos para mejorar la salud del paciente.

Qué tipos de kinesioterapia existen

Como hemos mencionado con anterioridad, existen varios tipos de kinesioterapia. Cada uno utiliza distintos tratamientos con el fin de alcanzar diferentes objetivos. Según su finalidad, la kinesioterapia puede dividirse en dos variantes:

• Kinesioterapia preventiva: para prevenir lesiones o problemas.
• Kinesioterapia curativa: cuando el tratamiento se utiliza para curar una lesión o enfermedad ya existente.

Una clasificación diferente viene dada por la actitud del paciente con respecto al tratamiento:

• Activa: es la que se realiza cuando es el propio paciente quien ejecuta los movimientos. Dentro de la kinesiterapia activa, podemos encontrar otras dos ramas:
• Activa asistida: el movimiento se realiza con ayuda de un profesional.
• Activa libre o resistida: ocurre cuando el movimiento se realiza contra una resistencia, por ejemplo, contra un instrumento como puede ser una banda elástica.
• Pasiva: se produce cuando el paciente no realiza los movimientos de forma voluntaria y estos ocurren a través de torsiones, flexiones, presiones o tracciones realizadas por un profesional.

Métodos de aplicación de la kinesioterapia

Además de las ya mencionadas, existe otra clasificación dentro de la kinesioterapia que atiende a los métodos de aplicación y que se diferencia en estas tres variantes:

• Kinesioterapia relajada: mantiene recorridos articulares, limitándose exclusivamente al campo fisiológico o patológico del paciente.
• Kinesioterapia forzada: se produce cuando el movimiento se realiza más allá del recorrido articular durante un tiempo determinado.
• Kinesioterapia autopasiva: el paciente se encarga de provocar la fuerza extrema en aquellos segmentos corporales que le son accesibles.

¿Para qué se utiliza la kinesioterapia?

Los ejercicios que se hacen en kinesioterapia tienen el fin de mejorar el estado general de salud de los músculos y articulaciones a través de su estiramiento y fortalecimiento. Estos ejercicios tienen una base científica y pueden adaptarse para mejorar la fuerza, la resistencia y la movilidad de personas con lesiones musculares.

El uso de la kinesiterapia puede tener varios objetivos, entre ellos:

• Mantener la capacidad funcional del paciente.
• Recuperar rangos de movimientos.
• Evitar la rigidez articular.
• Perfeccionar la respuesta muscular.

Beneficios de la kinesioterapia

Los beneficios de usar la kinesioterapia son múltiples y variados. Puedes ver una lista de los más importantes a continuación:

• Disminuye el dolor y la rigidez articular y muscular.
• Fortalece la musculatura.
• Elimina dolores y tensiones leves, estimulando la relajación.
• Mejora la elasticidad de los músculos.
• Contribuye a un mejor manejo del estrés y la ansiedad.
• Favorece la recuperación tras un ejercicio de alta intensidad.
• Mejora la motricidad, coordinación y postura corporal.
• Alivia la falta de energía.

La kinesioterapia es una técnica muy útil y sencilla para prevenir lesiones o tratar aquellas que se hayan producido a causa de un accidente o enfermedad. Si cuidamos nuestro cuerpo, tendremos mejor calidad de vida y mayor bienestar.  Una manera sencilla de conseguirlo es contar con la ayuda de profesionales del movimiento con formación en este campo, cursando el grado en Fisioterapia en Canarias, Madrid , Valencia o Alicante. Déjate aconsejar por ellos y pronto notarás los beneficios de llevar una vida más saludable.